Socialismo mutado

Zapatero entonces fragua su proyecto: para llegar al poder tiene que acelerar un gen que ya se había manifestado en el partido pero que todavía no era dominante en ese momento: el gen de la ruptura del pacto constitucional, del quebrantamiento de los acuerdos básicos de la Transición, del enfrentamiento entre españoles. Era necesario separarse del socialismo tranquilo. Zapatero puso entonces en marcha el marxismo sin Marx. A Marx lo sustituyó por los llamados nuevos derechos, el nacionalismo, la memoria histórica y demás radicalismos. Pero se quedó con la dialéctica de la confrontación.
Para construir el postzapaterismo no sirve caer en esa dialéctica, haciendo lo mismo que él hace pero desde el "lado bueno". Sólo sirve poner unión donde ha creado desunión, reconstruir desde ya lo que ha destruido.