Sin ministro de Educación pero con secretario
Se retrasa tanto que empieza ya a ser clamoroso. En cualquier caso es mejor que se retrase que no que suceda lo que ha ocurrido con la secretaría de Estado de Innovación. Sólo la precipitación explica que Carmen Vela ocupe el puesto. Vela, zapaterista militante, ahora en un Gobierno del PP. Con la secretaría de Estado de Educación no se puede cometer un error.
Rajoy ha reducido de forma significativa la "agenda" cultural, social y educativa. Su mejor gente la tiene empleada en hacer frente a la crisis. Pero no puede olvidarse de todo lo demás. Ya ha fusionado los ministerios, ya ha puesto al frente de la nueva cartera a un "hombre transversal", poco especializado en cuestiones relacionadas con la enseñanza, que trabajó en una empresa como Prisa.
Ahora ha llegado el momento de poner al frente de Educación a un hombre o a una mujer -las hay con el perfil adecuado- con suficiente peso como para hacer frente a los retos. Que se tome su tiempo el ministro, también se lo toma Rajoy, pero que elija bien, que no haga experimentos, que busque alguien que sepa del tema, que no sea sólo un tecnócrata, que no sea sólo un liberal -la cuota ya está cubierta-, que sea un demócrata convencido y que no le haga ascos a la tradición cristiana.