Seis años después
No podemos olvidarnos de las víctimas y algunas asociaciones denuncian que no están suficientemente atendidas. En este aniversario es decisivo que miremos a la cara el reto que para nuestro pueblo supuso el ataque terrorista. Un pueblo, como una persona, no puede huir del mal si quiere construir un futuro sólido. Los terroristas nos dijeron que amaban más la muerte de lo que nosotros amamos la vida. Para hacer frente al terror seguimos necesitando razones que nos permitan afirmar la vida intensamente y hasta el final, sin huir del sufrimiento. No podemos huir ni censurar la exigencia de justicia. Es difícil hacerlo sin una apertura hacia el Misterio que hace todas las cosas. Él es quien puede hacer justicia, de forma exhaustiva y definitiva.