Rutina de creyente
´El descubrimiento más cruel de Madeleine fue una doble miseria: la miseria de los espíritus humanos hambrientos, anoréxicos de Dios y, paralelamente, la miseria rutinaria de los ´creyentes´ que, por exceso de costumbre, dejan de sentirse deslumbrados por Dios´. Estas palabras corresponden a una gran mujer, poetisa, ensayista, asistente social, y considerada por algunos como una gran mística de nuestro tiempo. Hablo de Madeleine Delbrêl .
Y de forma inesperada, me doy cuenta de que su pensamiento, puedo encajarlo en mi experiencia de estos tres últimos meses . Ha bastado una sacudida en mi salud, para lograr que muchas seguridades de mi vida, oscilasen con tanta fuerza, que me ha pillado desprevenido, comprobar su fragilidad. Qué fácil es, que un edificio se venga abajo, cuando sus cimientos no han sido los adecuados…
El próximo lunes 27, me harán por tercera vez, la embolización de una fístula dural arteriovenosa cerebral. El proceso está siendo largo, arduo, desconocido y aprensivo; pero los antónimos, también están presentes. He dicho que mi edificio interior, fue zarandeado, pero no derribado.
Inevitablemente, cuando la salud se rompe, aparecen otros síntomas que no vienen en los manuales médicos. La aceptación o el rechazo, el amor o el repudio, la paz o la rebeldía, la bendición o la maldición, los gritos o el silencio… Puedo asegurar, que la lista es mucho más larga; casi como enfermos hay en el mundo, porque esto sí es una vivencia muy, pero que muy personal.
Yo ofrezco mi experiencia, sin grandes conceptos. En la sencillez , la misma que he recibido y que me ha ayudado a encontrar respuesta a mis numerosos ¿ porqué? La naturalidad con la que muchos de vosotros, me habéis trasmitido, vuestra cercanía, apoyo, comprensión y amistad, a través de vuestros mensajes, comentarios, dibujos, y detalles que han logrado emocionarme. Y todo ello, con un denominador común:El amor de Dios.El único capaz de mover montañas. El único, que uno no puede guardarse para sí solo. Quien lo conoce, sabe que es una necesidad vital compartirlo.
Os doy la gracias por hacer, que me haya sentido ´deslumbrado por Dios´, que haya salido de mi mísera rutina de creyente. Por eso os decía al principio, que podía encajar a la perfección en estos momentos, las palabras de Madeleine Delbrêl, que he percibido, como escritas para mí.
Dice el papa Francisco : ´En la vida cristiana son esenciales: la oración, la humildad, el amor a todos. Éste es el camino hacia la santidad´. Pues ahí nos movemos y ahí nos encontramos. Os pido una vez más, vuestro sostenimiento. Contad con aquello que pueda ofrecer, por todas vuestra intenciones. Estaré un tiempecito ausente en la red. Hasta la vuelta si D.q.