Rubalcaba, lo menos malo

Como se vio en los congresillos celebrados hace 15 días, Chacón tiene posibilidades de conseguir la secretaría general del PSOE. Cuando hay primarias las bases suelen preferir al candidato que no representa al aparato y en este caso el aparato es Rubalcaba. El ex vicepresidente del Gobierno no tiene carisma para pedir el voto. Todos los escenarios le están grandes, se frota las manos y parece que va a dar una clase de Química. Chacón, sin embargo, salvo algunos gallos, es más resultona en los mítines.
Si gana Rubalcaba, se empeñará en presentarse de nuevo a las elecciones porque le gusta más el poder que comer con los dedos y, salvo que Rajoy lo haga desastroso, volverá a perder en 2015. Rubalcaba es la guerra sucia, el cinismo, la falta de ética, la vieja guardia. Pero al menos no es el zapaterismo y su futuro fracaso a lo mejor puede obligar a los socialistas a hacer esa catarsis que llevan posponiendo desde hace 20 años y que Zapatero aplazó.
La victoria de Chacón supondría que el zapaterismo sigue entre nosotros. La exministra de Defensa no tiene por qué marcharse si pierde en 2015. Derrocha entusiasmo, ideología de género, política insustancial de diseño. Si gana, la vieja guardia, El País y el socialismo profundo van a intentar cargársela como se cargaron a Borrell. Pero desde entonces ha llovido mucho. Si consigue mantenerse en el puesto, el socialismo español será definitivamente nihilista. Duele escribirlo pero en este caso es preferible la política perversa que la política de la nada, es preferible Rubalcaba que Chacón.