¿Reconversión? Sí, pero como San Benito

De entrada es positivo que personas de distinta tendencia se unan y abran este debate. Las cuestiones que se plantean requieren un debate sereno y seguramente en muchas cosas puedan llevar razón. Puede ser necesario, en vista de una mejor gestión, hacer algunos cambios en la organización del Estado. Eliminar duplicidades, controlar el gasto desmesurado de la Autonomías, realizar una verdadera separación de los poderes del Estado,…También es justo el reclamo que hacen a los dos grandes partidos nacionales para que hagan frente común en las cuestiones que plantean, algo que parece bastante complicado de lograr teniendo en cuenta que el Partido Socialista parece más cercano a los nacionalistas y comunistas. Debe ser el espíritu del Pacto del Tinell que sigue en su subconsciente.
Muchos vienen reclamando, como los autores de este manifiesto, un cambio en el modelo de Estado. Y efectivamente la situación actual reclama a replantearse varias cosas. Pero una ley o un nuevo modelo de Estado, siendo necesario, no será suficiente. Hacen faltan personas vivas que lo gestionen. ¿Basta una ley para cambiar una tendencia? ¿Es suficiente cambiar unas competencias? ¿Sustituye una ley a un buen profesor? ¿O un nuevo modelo de Estado a un buen funcionario? Es interesante este manifiesto y seguramente reclama cosas que son necesarias cambiar, pero todo cambio necesita de personas que lo realicen. La tentación de esperar que todo nos venga dado desde el poder siempre está al acecho. Sin embargo, una ley no cambia el corazón del hombre. Como escribía Newman sobre la obra de San Benito: "San Benito encontró en ruinas el mundo material y social, y su misión era restaurarlo; no como si se dispusiera a hacerlo, ni declarando que se haría en un tiempo determinado ni por ningún remedio raro, o por ninguna serie de hazañas, sino de un modo tan quieto, paciente y gradual que a menudo hasta que la obra no estuvo terminada no se supo qué se estaba haciendo".