Rajoy se asoma a la subsidiariedad

"Un gobierno por bueno que sea no lo puede hacer todo ni lo va a hacer todo. Es la gente la que pone en marcha un país. Se necesita un gobierno que cree las condiciones pero necesitamos, sobre todo, una sociedad confiada". Esa que sería una declaración de principios relevante en cualquier momento se hace especialmente significativa cuando la prima de riesgo está en máximos. Rajoy se asoma en este momento crítico que vive España a la subsidiariedad.
Hablar del protagonismo de la gente es empezar a cambiar el mensaje con el que nos ha estado bombardeando los últimos siete años y medio, un mensaje que convertía al Estado en el hacedor absoluto. Asegurar que la tarea del Gobierno es crear condiciones para que sea la sociedad la que afronte la crisis es hablar del verdadero sujeto del cambio. Luego hay que concretar esa subsidiariedad en políticas fiscales, en servicios del nuevo sistema del bienestar gestionados por la iniciativa social y en muchas cosas más. Pero no es mal principio.
Rubalcaba también nos anunció ayer en Málaga en qué va a estar el PSOE: "hay que frenar al PP para no empezar a manifestarse el 21 de noviembre por los recortes". Triste e irresponsable aspiración la de un partido socialista que ya está pensando en salir a la calle cuando España está al borde del principio.