Quien promete el mundo mejor ignora la libertad humana

España · PaginasDigital
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19 junio 2014
Las elecciones europeas dejan en España algunas consecuencias políticas importantes. Merece la pena hacer un análisis de lo que ha ocurrido en cada partido.

El partido en el gobierno ha perdido alrededor de 2 millones y medio de votos y es que el PP tiene un grave problema. Ni siquiera sus votantes creen en ellos. Un partido donde en los últimos años por diversos motivos se han ido por la puerta de atrás personas de la valía de María San Gil, Ortega Lara, Mayor Oreja, Vidal Cuadras, Santiago Abascal y hace ya más tiempo Suárez Illana o Manuel Pimentel… es para hacérselo mirar. No porque estas personas sean infalibles en sus juicios sino porque demuestra una pérdida de ideales y de capacidad para construir juntos entre las diversas tendencias que, como es natural, puede haber dentro de un partido. Hasta el propio Aznar no parece sentirse cómodo con el actual PP. Si se mantienen como opción mayoritaria es más por la desazón que producen otros partidos que por méritos propios.

El PSOE tras los resultados y la renuncia de Rubalcaba se encuentra en una encrucijada decisiva, ocupar el centro-izquierda o radicalizarse hacia la izquierda. La figura emergente de Pablo Iglesias produce cierta mal disimulada admiración entre muchos socialistas. Y la irrupción de Eduardo Madina como candidato no parece ser signo de moderación hacia el centro.

¿Por qué es tan importante el camino que vaya a seguir el PSOE? Merece la pena recordar un poco la historia del siglo pasado para entender la importancia del viraje que pueda hacer el partido socialista.

En el año 1934 el PSOE se debate entre la tendencia moderada encabezada por Julián Besteiro, que clamaba como voz en el desierto frente a la radicalización del partido y advertía del riesgo de una guerra civil, frente a la el sector más bolchevique liderado por Largo Caballero (El “Lenin español”). El partido se decanta por este último y el levantamiento en Asturias en el año 34 y una actitud por la vía de las palabras y de los hechos especialmente belicosa es uno de los factores que desencadena la posterior Guerra Civil en el 36.

En los años 70, en plena transición, el partido secunda la línea denominada “de la ley a la ley”,  liderada por el Rey y Adolfo Suárez, lo cual es decisivo para la buena marcha de la transición, se presenta como una opción de izquierda moderada y tiene un punto álgido cuando el Presidente González ultima el ingreso de España en la CEE iniciado por la UCD.

Vemos en estos dos ejemplos como el Partido Socialista ha sido fundamental hasta ahora en la estabilidad o no de nuestro país. Esperemos que lo pueda seguir siendo para bien. Esto es lo más importante que está en juego en las primarias socialistas. El candidato elegido nos puede dar pistas, ¿un Julián Besteiro o un “Lenin español”?, de qué ruta deciden adoptar. La tentación del PSOE de radicalizarse quizá pueda darle votos en la coyuntura actual pero lo más probable es que a la larga le reste porque siempre habrá una opción que pueda representar el radicalismo de un modo más auténtico. La experiencia de CIU y su perdida constante de votos hacia la Ezquerra les debería hacer recapacitar.

En cuanto al fenómeno Podemos, incluso el crecimiento de la Ezquerra, muestra el desencanto de muchos jóvenes hacia la política, desencanto del que los grandes partidos son también corresponsables y es signo de una inmadurez humana de esperar de la política lo que no puede dar. Al ver cómo han crecido estas tendencias populistas me viene a la cabeza un texto de Benedicto XVI en la Caritas in veritate “Los mesianismos prometedores, pero forjados de ilusiones, basan siempre sus propias propuestas en la negación de la dimensión transcendente del desarrollo, seguros de tenerlo todo a su disposición. Esta falsa seguridad se convierte en debilidad, porque comporta el sometimiento del hombre, reducido a un medio para el desarrollo” El programa de la formación Podemos tiene puntos que realmente parecen una mezcla de ingenuidad (parece una carta a los Reyes Magos ha dicho Joaquín Leguina sobre su programa), maldad y deseos justos. Conozco algunos votantes de Podemos y no son malas personas simplemente buscan en un camino equivocado todo el deseo de justicia que llevan dentro. Partir de este deseo verdadero será la única posibilidad de poder encontrarse con el votante de Podemos.

En cuanto a partidos más pequeños como Ciudadanos, UPyD o Vox, que tienen todo el derecho del mundo a existir, crecen lentamente y quizá algún día puedan ser una alternativa al PP y al PSOE.

Hay que pedirle a los partidos, grandes o pequeños, altas dosis de realismo ya que como dice en la Spe Salvi Benedicto XVI “Quien promete el mundo mejor que duraría irrevocablemente para siempre, hace una falsa promesa, pues ignora la libertad humana. La libertad debe ser conquistada para el bien una y otra vez”.

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