¿Qué política social?

¿Cuáles son las características de su proyecto de política social?

Respecto a la primera pregunta el candidato Mockus respondió que desea "construir sobre lo construido" y en ese orden de ideas se quiere asegurar "presencia del Estado en todos los municipios de nuestro país", de modo que haya un notable mejoramiento en "la calidad de vida de todos". En este orden de ideas el candidato del partido verde pondrá "en marcha el programa Colombia sin Hambre para ayudar a los sectores más pobres y vulnerables a superar los factores estructurales de la pobreza". Sin embargo, la calidad de vida no se limita aquí a superar el problema del hambre, también se preocupa por mejorar los "niveles básicos de salud, vivienda, seguridad alimentaria y nutricional, cobertura en agua potable y saneamiento básico".  

Por su parte Santos centra su política social en "generación de oportunidades para todos los colombianos mediante una política de educación" que garantice "gratuidad de la educación básica para los más pobres…". Por otra parte es partidario de dar a los jóvenes más vulnerables "créditos a cero intereses reales". La otra característica de la política social del candidato del partido de la U, el candidato del presidente Uribe, "tiene que ver con la inclusión de los más pobres en la red de protección social… Por último este candidato sostiene que se debe generar empleo formal, ya que ésta es la manera más eficiente para lograr superar la pobreza y reducir la desigualdad".

Para juzgar lo anterior, resulta muy sugerente cotejar lo antedicho con lo expresado por Benedicto XVI en la introducción de la Caritas in Veritate. A este respecto hay que aclarar que el Papa quiere ante todo enseñar a dar un juicio moral sobre cosas que pertenecen al orden social, pues tiene la certeza de que "la fe permite leer de un modo nuevo y profundo la realidad y transformarla". Es por eso que leyendo la introducción de la encíclica se puede decir que para el Papa la primera característica de una "política social" es la caridad en la verdad puesto que ésta "es la principal fuerza impulsora del auténtico desarrollo de cada persona y de toda la humanidad". Este principio no sólo es "el principio de las micro-relaciones como las amistades, la familia, el pequeño grupo, sino también de las macro-relaciones, como las relaciones sociales, económicas y políticas… (pues) sin verdad, la caridad cae en el mero sentimentalismo…  es presa fácil de las emociones y las opiniones contingentes de los sujetos… es relegada a un ámbito de relaciones reducido y privado. Queda excluida de los proyectos y procesos para construir un desarrollo humano de alcance universal, en el diálogo entre saberes y operatividad".

Ahora bien, el principio de la caridad en la verdad adquiere forma operativa en dos criterios que deben guiar la política social: la justicia y el bien común.

Citando a Pablo VI, el actual pontífice dice que "la justicia (dar al otro lo que es suyo) es la medida mínima de la caridad". Ciertamente la caridad "exige el reconocimiento y el respeto de los legítimos derechos de las personas y de los pueblos…". Sin embargo, el bien de la sociedad civil no se promueve sólo con relaciones de derechos y deberes; esto significa que "la caridad supera la justicia y la completa siguiendo la lógica de la entrega y el perdón". 

Respecto al bien común, el Papa sostiene que "amar a alguien es querer su bien y trabajar eficazmente por el"; pero hay que recordar que el bien común "no es un bien que se busca por sí mismo, sino para las personas que forman parte de la comunidad social". Es decir, que trabajar eficazmente por el bien común implica por una parte que "se responda a necesidades reales" y por otra parte que todos los individuos, familias y grupos intermedios cuiden y usen las "instituciones que estructuran jurídica, civil y culturalmente la vida social".

¿Cómo garantizaría mayor equidad y viabilidad financiera en el sistema de seguridad social?

El candidato del partido verde responde que "los recursos para salud pública serán controlados de la manera más estricta". Afirmación que se corresponde con uno de sus eslóganes más famosos: "los recursos públicos son sagrados". Mockus prosigue diciendo que frente a la crisis por la que atraviesa el sector sanitario en Colombia es necesario definir y actualizar "un único plan de beneficios en salud… para solventar los problemas financieros del sistema; pero se requiere además replantear los mecanismos de financiación del sector… (creando) impuestos nuevos (que) deberán pasar por el congreso y ser coherentes con el escenario de desempleo y contracción del gasto". Por otra parte respecto al ejercicio de la profesión médica dice que "los médicos tendrán autonomía para incluir algunos casos dentro del Plan Obligatorio de Salud".

Santos, haciéndose eco de la grave crisis del sistema de salud dice que "es urgente acordar técnicamente un Plan Obligatorio de Salud (POS) actualizado, sostenible y que sea respetado por las EPS, los médicos y los jueces. Para eso es necesario expedir una legislación estatutaria que defina el POS y constituir comités técnico-científicos independientes, cuyos conceptos asimilables sean tomados seriamente en las decisiones de la Corte Constitucional".

Además, consciente del déficit financiero del sistema, afirma que "necesitamos desarrollar una estrategia múltiple que aporte más fuentes y racionalice y promueva la eficiencia en los usos de recursos". Sin embargo su enfoque también se centra en la necesidad de "hacer fuertes ajustes a cómo se gastan los recursos y pasar a un sistema basado en la prevención… y la vida sana", pues para Santos éste es "el mejor aporte a la propia vida y a la sostenibilidad del sistema…".

Nuevamente sorprende la novedad y frescura del Papa respecto a este tema, ya que él no sólo habla de un sistema de seguridad social, sino de la necesidad de un sistema de solidaridad social. En tal sentido afirma que los estados deberían revisar "sus políticas internas de asistencia y solidaridad social, aplicando el principio de subsidiariedad y creando sistemas de seguridad social más integrados, con la participación activa de las personas y la sociedad civil" (CV 60). Es interesante anotar que este tipo de participación hace que los actores sociales no evadan la corresponsabilidad que les cabe, ya que así no sólo se pueden mejorar los sistemas de seguridad social, sino que se puede "al mismo tiempo ahorrar recursos, eliminando derroches y rentas abusivas…".

Ciertamente esta sugerencia del Papa tiene que ver con la invitación que hace para que los países desarrollados movilicen sus energías en favor de los países pobres, en el contexto de una sociedad globalizada; pero ello no es óbice para desecharla en países como Colombia ya que aquí también es urgente el protagonismo social de las personas y de la sociedad civil en sus diferentes niveles para enfrentar de manera eficaz fenómenos que corroen la civilización, tales como "la corrupción y la ilegalidad… en el comportamiento de sujetos económicos y políticos" (CV 22).

¿Qué iniciativas tiene para solucionar el problema del hambre?

Antanas Mockus dice que "la combatiremos, en primer lugar, con la distribución de complementos nutritivos a menores de 12 años, mujeres lactantes y gestantes en hogares comunitarios, escuelas y hogares". Lo cual, en palabras del candidato, implica que en "estos mismos espacios generaré procesos de corresponsabilidad en la formación en nutrición y en hábitos de vida saludable". Para ello sería necesaria "una alianza con los municipios, departamentos y el sector privado…". Por otra parte Mockus también buscará poner "en operación Bancos de Alimentos en todos los municipios del país".

Santos postula que impulsará "la seguridad alimentaria nutricional con base en la vocación agropecuaria del país". Por ello fomentará "cultivos de pancoger, de tal manera que el desarrollo de grandes explotaciones agropecuarias sea acompañado de tierra para alimentar a la población circundante". Pero además es interesante ver la manera en que une el problema del hambre al de la superación de la pobreza, ya que postula la necesidad de acompañar "a cada familia en la solución de sus problemáticas, con base en la corresponsabilidad Estado/familia…" con presupuesto y gestión.

Benedicto aborda el problema de la superación del hambre como uno de los objetivos fundamentales del desarrollo humano de nuestro tiempo, pues "… eliminar el hambre se ha convertido en una meta para salvaguardar la paz y la estabilidad del planeta" (CV 27).

Sin embargo, "el hambre no depende tanto de la escasez material cuanto de la insuficiencia de recursos sociales de tipo institucional". En ese orden de ideas plantea la necesidad de "una perspectiva a largo plazo, eliminando causas estructurales que la provocan y promoviendo el desarrollo agrícola… mediante inversiones en infraestructuras rurales, sistemas de riego, transportes, organización de los mercados, formación y difusión de técnicas agrícolas apropiadas… implicando a las comunidades locales en las opciones y decisiones respecto a la tierra de cultivo".

Sin embargo para el Papa no es suficiente con la promoción del desarrollo agrícola, pues dice que "no se puede descuidar la cuestión de una reforma agraria ecuánime".