Reconectar el voto y la experiencia social

`Que C`s forme gobierno con el PSOE ayudaría a distanciarlo del populismo de Podemos`

Entrevistas · Juan Carlos Hernández
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26 marzo 2019
Entrevista a Fernando Palmero, columnista de El Mundo

Analizamos con el articulista de El Mundo la actualidad política nacional. Fernando Palmero advierte de que tendemos a mirar la política española desde el punto de vista local, olvidándonos de que pertenecemos a Europa.

Existe una preponderancia en nuestra vida civil de grupos identitarios que, tomando un valor que podría tener aspectos positivos, este es absolutizado y usado como arma contra el que piensa distinto. ¿Hemos perdido el sentido del “nosotros” a favor de intereses particulares?

Para mí, una de las características de estos movimientos identitarios es que no surgen de abajo arriba sino de arriba abajo, son movimientos impuestos. Tú vas el 8-M a la Gran Vía y te das cuenta de que las pantallas de todos los cines de la Gran Vía estaban dedicadas al 8-M, los derechos de la mujer, el ayuntamiento coloca carteles, reparte pasquines, es decir, es un movimiento que organiza el propio Ayuntamiento de Madrid o el propio Ministerio de Igualdad. De la misma forma, el nacionalismo no es algo que surge espontáneamente desde abajo sino que, desde hace ya cinco o seis años, es la propia Generalitat la que viene imponiendo ese discurso, y es un discurso totalitario en el sentido de que intenta abarcar la totalidad de la vida de los ciudadanos. Entra por la televisión, por los políticos, manifestaciones que se convierten en fiestas diarias, ¿y quién paga todo eso? Son movimientos que surgen desde el poder y, efectivamente, no tienen la virtud de ser movimientos integradores sino divisorios, de enfrentamiento entre diferentes partidos políticos.

Desaparece el voto de pertenencia a los partidos tradicionales y sin embargo toma fuerza el voto identitario. En una sociedad cada vez más fragmentada parecen interesar no tanto ofertas políticas con soluciones generales sino opciones de sectores sociales que quieren hacer oír su voz. ¿Por qué las agendas se fragmentan?

Existe un voto de protesta porque todavía, aunque los índices macroeconómicos dicen que estamos saliendo de la crisis, en realidad no hemos salido de la crisis. En realidad, las cifras macroeconómicas sí se han recuperado, las cuentas de las grandes empresas y grandes bancos también, pero esa recuperación no ha llegado a la sociedad. La clase media, que perdió un nivel de vida y una estabilidad tanto laboral como política, que existía antes de la crisis, ha saltado por los aires, ha volado, ha estallado, y eso no se ha reconstruido ni creo que se vaya a reconstruir. Entonces, los índices de paro dicen que son mejores pero el índice de precariedad laboral es grandísima, el desempleo entre los jóvenes es enorme, la inestabilidad laboral es muy grande, y todo eso también se traduce al sistema político. Creo que lo que está surgiendo con Vox es muy parecido a lo que pasó hace años con Podemos. Las últimas elecciones europeas, hace cinco años, que fueron la gran explosión de Podemos, lo que destacábamos entonces era que su análisis, el diagnóstico que hacían de la sociedad, de los problemas que tenía la sociedad, podía ser positivo pero las respuestas que ofrecía, sin embargo, no lo eran, porque establecían más división que integración social y política. Con Vox me da la sensación de que también pasa algo parecido. La gente ha encontrado un nuevo partido al que votar. Yo soy de El Ejido, de Almería, donde Vox ha ganado más votos. Hablo con mis amigos de allí, que procedían de la izquierda y que ahora votan a VOX, porque les parece el partido políticamente más incorrecto y de alguna forma más antisistema. Tan antisistema es pretender una desmembración territorial del país como pretender una recentralización.

¿Es posible recuperar una agenda común?

Por suerte o por desgracia, España es la que es, tiene su historia, su realidad política, territorial y cultural y no podemos de pronto pretender instaurar, de la noche a la mañana, una república. Decía Maquiavelo que cada país tiene su forma de gobierno, que históricamente funciona y le mantiene, y España es una de los estados-nación más antiguos de Europa. De alguna forma, pretender cambios radicales e ignorar la historia pasada para fundar desde la nada una nueva sociedad acaba en un desastre. Racionalmente puede estar mejor, yo puedo pensar que la república es más racional que la monarquía, pero no creo que merezca la pena dar esa batalla y dedicar tantos esfuerzos a algo que nunca ha tenido aceptación en España.

Efectivamente, lo interesante sería que hubiera una agenda partiendo de un legado común, que se instauró hace cuarenta años y es el que marca la transición, el que fija la Constitución del 78, e intentar, a partir de ahí, a través de modificaciones y reformas, construir algo común, no pretender ahora una nueva organización territorial y social. A estas alturas de la historia, ya nos hemos dado cuenta de que las utopías y las ideas fundantes de una nueva sociedad, de un nuevo hombre, de una nueva política, conducen generalmente al desastre. La estabilidad es un valor fundamental en todas las sociedades y estados, y hay que procurar ir hacia eso. No creo que Podemos ni Vox vayan necesariamente a eso.

En una columna reciente Pedro Cuartango definía el momento electoral como la política del no ser.

Lo curioso es que parece que estamos en campaña pero todavía no ha empezado, todavía queda. Y para las elecciones, pero estamos efectivamente en esas posiciones. Yo lo que echo de menos, como decía Cuartango, es que los tres partidos constitucionalistas lleven a cabo esta agenda común y que de alguna forma son los que vertebren todo el territorio.

¿Se equivoca Ciudadanos al negar un acuerdo con el PSOE a nivel nacional?

Yo creo que sí, pero ya veremos porque tiendo a pensar también que quizá se trate de un movimiento más electoral que esencial. No sé si llegado el momento en que se pueda establecer un gobierno de coalición entre PSOE y Ciudadanos, si es que las cifras dan, no creo que Ciudadanos se niegue a eso. Y si se niega, sería de una absoluta irresponsabilidad y estaría faltando a la promesa que nos ha hecho a todos los españoles. C’s surge como un partido de centro, que se define necesariamente como moderador de las tendencias extremistas, tanto de PP como de PSOE. Creo que tiene que jugar ese papel, en Andalucía lo ha jugado y me parece bien que impusiera el veto a Vox aunque tengan que recurrir a ellos necesariamente para las votaciones externas, y me parecería mal que si pudiera formar gobierno con el PSOE no lo hiciera. Además, creo que es una de las opciones que marca Europa. Y creo que habría que agradecer a C’s que diera ese paso, porque esa sería la forma de distanciar al PSOE del populismo de Podemos. Muchísimas de las medidas que están tomando ahora en los viernes electorales se deben a que ahora mismo el PSOE es rehén de Podemos. Romper esa dependencia sería algo que C’s está llamado a hacer. Muchas veces tendemos a mirar la política española desde el punto de vista solamente local, olvidándonos de que pertenecemos a Europa y que parte de nuestra soberanía está cedida a Europa.

¿Está haciendo Pedro Sánchez una buena campaña electoral?

Creo que no es casual, y en ese sentido Sánchez me parece que está haciendo la campaña más inteligente desde ese punto de vista electoralista, que El País anuncie en portada que el presidente quiere introducir el discurso europeo dentro de la campaña electoral. Creo que acierta por dos cosas. Primero, por sacar del patio guerracivilista, del que parece que no acabamos de salir nunca, a la política española. Segundo, porque en Europa están muy preocupados por la situación en España. Europa corre ahora mismo bastante peligro, por el Brexit, el gobierno italiano con los dos populismos, los llamados países de Visegrado, y todo eso de alguna forma está atacando los principios fundamentales de la Unión Europea, y la UE es un proyecto que se forja fundamentalmente a partir del ideario socialdemócrata. En ese sentido, esa es la bandera que está intentando enarbolar Sánchez, porque en Europa preocupa mucho que España pueda también caer en manos de un populismo separatista.

C’s también interpreta la realidad española de esa forma, la presencia de Valls no es casual, es porque forma parte de una preocupación que existe en Europa y de un apoyo que Europa puede dar a determinados gobiernos para evitar que España vaya a la deriva, no olvidemos que es la cuarta potencia por PIB de la UE. Una política errática, un país que no se quiera someter a los dictámenes de Bruselas, no se puede permitir en varios focos, además en el sur con todo el problema de la inmigración. Así que me parece inteligente por parte de Sánchez, porque ahí consigue a un electorado centrista, que es el que parece que C’s le ha dejado. Creo que el gran error de C’s no ha sido tanto decir lo del cordón sanitario al PSOE sino intentar derechizarse, situarse voluntariamente en el bloque de la derecha, cuando no tiene por qué colocarse necesariamente en el bloque de la derecha, pues nace como un partido socialdemócrata, no es un partido ni de derecha ni de izquierda, siempre ha sido un partido de centro.

¿Te refieres a la famosa foto de Colón?

La foto de Colón fue un error electoral, no digo que no hubiera que ir allí para reivindicar ciertos valores y llamar la atención al gobierno, pero creo que electoralmente es un error que le perjudica especialmente, y que coloca a Vox en una posición de privilegio que de momento nadie le ha dado.

Paradójicamente la legislatura no parece haberle pasado factura al PSOE, al contrario ha sido una punta de lanza para ellos.

De hecho, están utilizando el poder para hacer un comité electoral, que es el consejo de ministros actual. No creo que sea casual que se convoquen las elecciones al poco de la manifestación de Colón. Ellos han ido buscando el momento. Sabían que con 84 diputados no podían imponer su programa, pero sí podían hacer determinados llamamientos demagógicos o electorales, en parte para seducir al electorado de Podemos. Es muy interesante el libro de Pedro Sánchez. La gente lo ha ridiculizado muchísimo, quedándose en lo secundario, pero no se dan cuenta de que el libro sí que fija una hoja de ruta muy interesante. Uno de los mensajes que lanza Sánchez en ese libro es que las políticas de izquierdas solo las pueden hacer los partidos tradicionales, no los partidos populistas, no los partidos de aluvión formado hace cuatro días. Él reivindica que sea la vieja política, utilizando la terminología que impone el populismo, la que sea capaz también de regenerarse a sí misma y llevar adelante una nueva política, en el caso del PSOE una política con ideario social, políticas de expansión del gasto, etc. Pero es muy interesante porque en cierta forma le está diciendo al electorado de Podemos: no votad a Podemos, votadme a mí que yo soy el que asume parte de ese ideario. El PP no puede hacer eso, claro.

¿Se podría decir que desde un punto de vista electoral la moción de censura ha sido un éxito para Sánchez?

Sí, para el PSOE la moción de censura fue un éxito. Desde el principio era un proyecto, una campaña electoral que iniciaba desde ahí. La moción era legítima, es legal, se hacía conforme fija la Constitución, pero es verdad que le faltó un punto de legitimidad, que era haber propuesto un programa político a la cámara. Tú ganas una moción de censura para echar a un gobierno pero luego te tienes que someter y en la medida en que no cumples tu primera promesa, que es convocar elecciones lo antes posible, diciendo al día siguiente que va a esperar a 2020, y además no te sometes a la cámara con una cuestión de confianza para presentar tu proyecto, ya que has dicho que vas a agotar la legislatura, te está faltando algo. Pero no le faltó de forma casual, no es que fuera un error, no es que se le pasara, es que simplemente ellos habían llegado hasta allí tanto para utilizar su posición en la Moncloa como en el parlamento para desde ahí construir un discurso político, que es el que ha conseguido que ahora mismo Podemos esté prácticamente anulado.

¿Por qué Podemos está anulado?

El estancamiento de Podemos creo que se debe a la ofensiva del PSOE, que le ha comido terreno, y luego por errores internos del propio partido. Primero, por la debilidad interna de un movimiento construido a base de círculos muy dispersos. Ahí había un conglomerado, como se está viendo ahora en Madrid, donde se ve claramente la crisis de Podemos, pues parece que va a haber hasta cinco candidaturas de izquierdas: PSOE, Podemos, Errejón, los anticapitalistas e IU. Justo lo contrario de lo que fue Podemos en su origen, que pretendía, partiendo de la heterogeneidad, llegar a un bloque común y fuerte que los unificara a todos. Ese proyecto ha fracasado, creo que empieza a fracasar en el momento del pacto del abrazo, entre C’s y PSOE, al que Podemos se niega a darle apoyo, lo que lleva a volver a convocar elecciones que gana Rajoy. Si Podemos hubiera apoyado ese gobierno, es muy probable que ahora tuviera todavía opciones de gobierno, en la medida en que quedaba como principal partido de la oposición.

Has comentado que la agenda del PSOE está condicionadas por Podemos, ¿podría pasarle lo mismo al PP con Vox?

Sí, en la medida en que hemos dicho que Podemos y Vox son productos diferentes de un mismo fenómeno, en el PP no sé por qué Casado desde el primer momento ha hecho piña con Vox y se está acercando a sus posturas, introduciendo en el debate electoral todas las medidas que le va imponiendo Vox. Creo que ahí se equivoca, aunque saben que van a necesitar sus votos si realmente se confirma, porque una cosa es la intención de votos y el número de votos, y otra cosa es cómo se traduce luego eso en concejalías y en escaños, tanto autonómicos como nacionales. Creo que Casado también se está equivocando en identificarse tanto con Vox, lanzando un mensaje como si fueran dos partidos hermanos que se pelearon pero en un momento dado llegarán a entenderse porque son cuña de la misma madera. Creo que el PP tiene que entender que los momentos en que en torno al partido se aglutinaba toda la derecha española, desde la extrema derecha hasta el centro reformista, han pasado, eso se ha venido abajo y tiene que asumir que su espacio ha quedado reducido, y tiene que consolidarse en su espacio, sin negarse por supuesto a pactar con unos y otros. Casado no ha establecido ningún cordón sanitario y eso por su parte también es inteligencia. El otro cordón sanitario que ha hecho C’s es el de Vox y ese creo que es un cordón que viene impuesto desde Europa, que está haciendo constantemente de pepito grillo porque de alguna forma C’s es un proyecto que interesa a Europa, salvando las distancias.

¿Por qué este “boom” de fichajes en los partidos políticos que vivimos actualmente?

Es un producto de la descomposición de los partidos tradicionales que hace 10 o 15 años no se les hubiera ocurrido fichar a gente de fuera, si acaso sí para los ministerios pero, nunca para las candidaturas. Porque los partidos tienen estructuras a lo largo de todo el territorio de cuadros que se van formando que se van especializando en sus provincias, en sus Comunidades autónomas y todo eso salta por los aires.

Entonces, ¿es un signo de debilidad de los partidos?

En el fondeo es un signo de debilidad. Si tienes que recurrir a una periodista como Cayetana Álvarez de Toledo, para hacer la candidatura por Barcelona, lo que estás diciendo es que la gente de tu partido que hay en Barcelona no te vale. O si tienes que recurrir a un periodista como Pablo Montesinos para que te haga la candidatura por Málaga lo que le estas diciendo a tu partido en Málaga, justo en Málaga que es una de las provincias donde el partido es más fuerte y controla la Diputación y la Alcaldía, es que esos cuadros a lo que llevas formando y que llevan dando la cara por el partido durante años no valen. Yo creo que eso es un signo de debilidad y de descomposición interna del partido y le va a pasar factura a Pablo Casado a medio plazo

Es la política de la imagen.

En cualquier caso, son fichajes espectaculares llamados a atraer el voto a través del impacto que provocan. En ese sentido Sánchez es la nada, lo hemos visto defender una cosa y su contraria. Es el actor perfecto, un tipo atractivo con buen porte, con un castellano perfecto, con un inglés como no ha tenido nunca ningún presidente del gobierno, todo eso lo hace la persona idónea para defender una cosa y la contraria. Igual que lo hemos visto gobernar con los nacionalistas lo podemos ver gobernar con quien haga falta. Porque es una comunidad de intereses, el objetivo es el poder para repartirse las prebendas del poder, en ese sentido creo que es el producto de marketing más logrado de todo lo que hay. Si establecemos una metáfora entre democracia y economía de mercado, de alguna forma el elector es un consumidor y ve la política como una más de las elecciones que tiene que hacer cada día.

Sánchez es un producto que se va creando y se le da cierta solidez académica que es ficticia, y luego con su libro pretenden darle cierta solidez intelectual e ideológica. La parte más interesante del libro es la que desarrolla todo el programa socialdemócrata pero enfocado a la Unión Europea. Yo soy el candidato que va a restaurar la socialdemocracia que es el proyecto en el cual la Unión Europea vivió su mayor esplendor y desarrollo. Yo represento y soy el heredero de esa tradición socialdemócrata que en España ya se había perdido porque no la representaba Zapatero y no la supo representar Rubalcaba. Él se arroga esa continuidad ideológica de los años 80 y 90 y se reinventa a sí mismo como un líder europeo.

En medio de nuestras elecciones domésticas quizá pueden estar pasando desapercibidas en España las elecciones europeas pero son transcendentales.

Están pasando desapercibidas, contrariamente a lo que está pasando en Europa. Están muy preocupados por el auge de todos los partidos extremistas con la particularidad de que son unas elecciones de distrito único. Es un voto directo y los populistas en Europa sí pueden decantar el Parlamento Europeo y ser mayoría, de modo que ahí tienes el veneno dentro del Parlamento Europeo, con una mayoría parlamentaria que son euroescépticos que propugnan la desaparición de Europa como proyecto fracasado. Que aumenten los parlamentarios del Movimiento 5 Estrellas, de la Liga Norte, los partidarios de Orban, la mayoría de extrema derecha en Polonia… es muy preocupante.

¿Encaja Vox en ese perfil?

Vox no se ha manifestado todavía ya que prácticamente no sabemos su programa. A Vox le van marcando la agenda todos los partidos de extrema derecha con los cuales se ha alineado. Vox no surge como un partido de extrema derecha, surge en principio como escisión del PP. Por un desengaño de una serie de simpatizantes del PP sobre todo por el tema del País Vasco. De ahí surge una pequeña escisión que hace cinco años no consigue ni siquiera un escaño con un cabeza de cartel importante como Vidal Quadras.

Vox empieza tener potencia cuando se incorpora a esta serie de partidos de extrema derecha entre los cuales está Le Pen, Salvini, y referencias como la de Steve Bannon. También crecen cuando fichan a Bardaji para que sea el que empiece a enseñarles cómo manejar las redes sociales, cómo maximizar la comunicación política. Entonces es cuando surge el salto cualitativo de Vox. Yo no creo que Vox sea Le Pen ni Salvini, es otra cosa diferente pero sí que está alineado con esos partidos de extrema derecha.

“Es necesaria una agenda común partiendo de un legado común que puede ser la Constitución del 78”

“A estas alturas de la historia, ya nos hemos dado cuenta de que las utopías y las ideas fundantes de una nueva sociedad, de un nuevo hombre, de una nueva política, conducen generalmente al desastre”

“Acierta Pedro Sánchez al introducir el debate sobre Europa en campaña”

“Podemos y Vox son productos diferentes de un mismo fenómeno”

“El voto es sentimental, no racional”

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