Putin no debe ganar
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El pasado fin de semana se celebró la Conferencia de Seguridad de Múnich. Se trata de una conferencia que tiene lugar desde los años 60 del pasado siglo, es un foro independiente en el que líderes de todo el mundo intercambian puntos de vista sobre la situación internacional.
Trump y Putin hablaron la semana pasada por teléfono para poner en marcha lo que se supone que van a ser unas negociaciones de paz. Muchos dicen que lo que está haciendo Trump es lo mismo que hicieron en 1938 Francia y Alemania cuando intentaron calmar a Hitler entregándole parte de Checoslovaquia. Hitler no se calmó e interpretó aquello como un signo de debilidad para seguir con su expansión.
En la conferencia de Múnich J.D. Vance, el vicepresidente estadounidense, insistió en que se puede llegar a un acuerdo razonable. ¿Qué es un acuerdo razonable, quién tiene que negociar este acuerdo, qué papel va a tener Estados Unidos para garantizar que se cumpla el acuerdo y para que Putin no vuelva a intentar invadir otra vez toda Ucrania y luego quizás otros países europeos?
Trump y la gente de Trump son muy antipáticos, especialmente con la UE. La administración Trump está empeñada en reñir a la UE, en enfrentarse a ella y en dejarla sola.
“Queridos europeos, sois los enemigos de vosotros mismos”, aseguró Vance. ¿Y además de reñirnos que más dicen los chicos de Trump? ¿Va a participar Ucrania en las negociaciones? ¿Y la OTAN y el ejército de Estados Unidos van a apoyar a los ucranianos para que Putin no lo vuelva a hacer?
No está claro todavía si Ucrania, el país invadido, estará invitada a esas negociaciones. Hegseth, el secretario de defensa, cree “improbable” que EE UU despliegue tropas en territorio ucranio y que Ucrania entre en la OTAN.
Ni ayuda de Estados Unidos ni apoyo de la OTAN. La UE no tiene capacidad para garantizar que Ucrania siga siendo independiente.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, advirtió que una Ucrania “derrotada debilitaría a Europa, pero también a EE UU”. Pero en realidad solo jugó con la carta con la que puede jugar, acelerar la entrada de Ucrania en la UE.
Los ucranianos están cansados y han sido severamente golpeados durante tres años de guerra. Le gustaría un alto el fuego pero no a cualquier precio. Putin ha llevado en gran medida la iniciativa militar desde finales de 2023 pero a un precio muy alto y sin conseguir alcanzar todos sus objetivos. La economía rusa da muestras de debilidad y la inflación castiga a los ciudadanos. La conversación de Trump con Putin ha sido un mal comienzo porque el presidente de Estados Unidos le regaló al ruso la baza de la paz sin exigir nada. Es necesario evitar una victoria total de Putin con una Ucrania armada e independiente, si es posible dentro de la UE.
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