Prolongada agonía del euro
La gente del equipo de Rajoy salió convencida de la reunión en la Ciudad Eterna de que Merkel les iba a dejar que el dinero del rescate a la banca fuera directamente a las entidades financieras y no al Frob. Y eso que la canciller había dejado claro en la rueda de prensa que no aceptaba la solución. Merkel hace creer que está dispuesta a flexibilizar su postura pero cuando llega la hora de la verdad no se mueve un milímetro.
Ni el dinero llegará directamente a la banca, ni habrá eurobonos -¡no mientras yo viva!, ha dicho la canciller- ni parece que el Consejo Europeo vaya a conseguir un acuerdo decisivo este viernes para cambiar la situación asfixiante de España y de Italia, que no pueden seguir por largo tiempo pagando un 7 y un 6 por ciento por su deuda. No se deja al Banco Central Europeo comprar deuda ni inyectar liquidez. Y la solución propuesta por Finlandia, que actúa como portavoz de Alemania y que ha sido el país que siempre ha pretendido imponernos condiciones más duras, reserva el respaldo a la deuda de los países periféricos a través del Fondo de Rescate a situaciones tan excepcionales que no serviría para hacer frente al acoso de los mercados.
Está en juego el futuro del euro y Alemania sigue sin ceder. Es difícil imaginar en qué condiciones estaría dispuesta a superar sus resistencias. Si las mantiene el futuro de la moneda única está en entredicho.