Posdata: te quiero, de Richard Lagravenese

Cultura · Enrique Chuvieco
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18 julio 2008
Aprender a vivir con la ausencia del ser querido es una de las claves de Posdata: te quiero, último film de Richard Lagravenese que contiene muchos guiños a la tragicomedia clásica norteamericana. En el reparto, una espléndida Hilary Swank y un desconocido Gerald Butler en un papel entrañable alejado del furibundo Leonidas de 300.

El guión es de Richard Lagravenese y Steven Rogers, y está basado en un libro de éxito. Cuenta la historia de Holly después de la muerte de su marido Gerry, cuya presencia sigue acompañándola gracias a un rosario de cartas que le hace llegar de mil maneras y con el objetivo de que aprenda a vivir sin él. En ese camino, Holly recuperará la relación con su madre que también padeció la marcha de su marido.

Sólo a primera vista, Posdata: te quiero es una película romántica, porque ni se parte de una situación idílica ni la resolución lleva a ello. Ya en las primeras escenas, Lagravenese expone los miedos y las debilidades en la relación de Holly y Gerry.

Hay algo grandioso y a la vez extraño en la compañía ultratumba de Gerry a Holly. La impele, mediante pruebas, a no dejarse vencer por la depresión y al tiempo la mantiene enganchada a su persona por el original sistema del  cuentagotas de las cartas. El amor de Gerry, explicitado en un montón de escenas de idas y venidas temporales, es genuino; no encadena, deja crecer a Holly en todas sus facetas y ayuda a caminar a ésta para que asuma su viudedad.

Como lenguaje cinematográfico, hay escenas notables, como los encuadres del apartamento de la pareja con y sin Gerry, la resolución de las apariciones de Gerry y las alusiones continuas a la tragicomedia norteamericana en apariciones de Betty Davis.

El trabajo con los actores es adecuado y llega a ser brillante en muchos momentos en las actuaciones de Swank y Kathy Bates, sobria y convincente. La fotografía nos recrea la campiña irlandesa, que nos recuerda a John Wayne y Maureen O'Hora en El hombre tranquilo.

Por lo demás, la exposición del inicio de las relaciones entre hombre y mujer son hijas del tiempo actual, que comienzan por compartir una intimidad física donde no hay conocimiento mutuo. El sexo se práctica con casi desconocidos, aunque en esta película no hay escenas atrevidas. Con todo, Posdata: te quiero es una película que se disfruta y que contiene planteamientos humanos y fílmicos muy interesantes.

Lagravenese ha dirigido cuatro películas, entre ellas una original e interesante De ahora en adelante que narra la relación amigable entre una bella mujer y el ascensorista de su hotel. Como guionista, hay que apuntarle Los puentes de Madison y El rey pescador.

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