Plus ultra
Gracias porque nos ayudas a identificar la causa última que nos sigue haciendo herméticos a las cifras que muestras (resumen de la experiencia española de los últimos decenios). A saber, la desconfianza hacia nosotros mismos (los ingleses dirían ausencia de self-reliance), la falta de esperanza para poder construir alguno bueno, algo de lo que sentirse orgullosos, algo que contemplar al final (como hizo Dios en el día séptimo). Nos creemos dioses (con minúsculas), al mismo tiempo que nos alejamos del origen y sentido verdadero de nuestro deseo (orgullo) divino: el Dios Creador que construyó primero. Esto se reconoce, fácilmente, al comprobar que ya no tenemos "días séptimos". Porque nadie puede sentarse satisfecho a contemplar lo que no ha construido, lo que es mero producto de un trueque des-afectado y sin esfuerzo (con mucho riesgo alocado y desesperado, eso sí, pero sin ningún atrevimiento confiado).
Y todo porque, dándonos cuenta que nosotros solos no podemos, somos incapaces de movernos hacia otro, hacia Otro. Estamos auténticamente bloqueados. La crisis pareciera que no va con nosotros. Que es un problema de Merkel y los mercados, de ZP y su ideología, del PP y su falta de iniciativa, del vecino, de mi hermano, de…
Gracias, en fin, porque poniéndonos primero ´contra la espada o la pared´, nos has mostrado, después, que esa espada (en compañía de otros, en compañía de la belleza, fiado de la Belleza) no tiene filo. Y, además, es amiga.