PEMEX en declive
¿Es posible una mejora en PEMEX para bien de todos? A nivel internacional, hay ejemplos que demuestran que es posible. Tal es el caso de Brasil. Petrobrás, la empresa petrolera brasileña, presentó en 2006 utilidades netas de 25,919 millones de reales. Estas utilidades se han mantenido en los últimos años. ¿Cómo han logrando esta estabilidad financiera? Un punto clave de la empresa brasileña ha sido tener una mentalidad competitiva, pero lo más importante ha sido gozar de libertad para operar como una empresa privada. Aunque el Gobierno tiene el 32% de las acciones de Petrobrás, la administración ha sido eficiente en los últimos años y es hoy un ejemplo de una empresa exitosa. Ha sido capaz de garantizar su crecimiento y mantener finanzas sanas. Seguramente en algunos años deje de ser la empresa petrolera número catorce en el mundo para posicionarse en un mejor lugar que PEMEX.
Sin duda, la gran dificultad que afronta PEMEX es poder capitalizarse. Es la empresa con la mayor tasa impositiva del país, se ubica del 35 al 40 por ciento. Tiene una carga laboral muy pesada, en cuanto a prestaciones para sus trabajadores y un sindicato con el que es difícil dialogar. Los puntos anteriores le restan margen para maniobrar. Además, los partidos políticos manipulan a su conveniencia la posibilidad de emplear capitales privados para aliviar la falta de capitalización. Es claro que con una mayor inversión podría financiarse la investigación de nuevos yacimientos que substituyan, por ejemplo, al mega-yacimiento de Cantarell, que tiene una vida esperada de sólo 9 años y que ya inició su rendimiento decreciente. Hoy en día abundan compañías extranjeras que tienen la tecnología para extraer petróleo en lugares y condiciones mas difíciles que como se encontraba en el pasado.
Existe mucho por hacer. Lo primero es plantear una reforma legal que permita la inversión privada en el campo de la extracción y refinamiento del petróleo. Lo segundo es abandonar la idea de utilizar a PEMEX como caja chica del Gobierno. Lo tercero es crear una nueva estructura que permita una mayor transparencia en la administración de la empresa. Todas estas medidas llevarían a PEMEX a tener unas finanzas sanas y a hacer posible la reinversión de sus utilidades, en lugar de financiar el déficit de recaudación del Gobierno.