Pedro Cuartango: ´Lo que de verdad importa a la gente es el sentido de la vida y de lo que hace´

“Mirar al otro como un bien no es un problema sentimental, sino que hace falta una cultura”. Con estas palabras del moderador dio comienzo el encuentro titulado “Por una cultura del encuentro en la España del siglo XXI”, que reunió en Encuentromadrid a cuatro exponentes de la cultura española y de los medios de comunicación en nuestro país, en un momento en el que se acaba de volver la mirada al esfuerzo de reconciliación entre un bando y otro que supuso la Transición, tras el reciente fallecimiento de Adolfo Suárez.
Pedro García Cuartango, jefe de Cultura del periódico El Mundo, señaló que en la situación actual española no sólo ya no se mira al otro como un bien sino que más bien la mentalidad dominante tiende a parecerse más a una cita de Sartre: “El infierno son los otros”. “La historia española está caracterizada fundamentalmente por el cainismo”. Fernando Abril, consejero delegado del Grupo Prisa, corroboró esta tendencia española: “La persona ya no es lo primero. Con la globalización el margen que queda es muy pequeño, y eso sirve como excusa para que el otro ya no importe, sobre todo si dificulta el buen funcionamiento del sistema. El otro es importante no por él sino por su función: porque vota, porque consume…”.
César Nombela, rector de la Universidad Menéndez Pelayo, destacó que los últimos días vividos en España tras la muerte de Suárez han puesto de manifiesto “el anhelo de encontrarse con el otro que caracterizó la Transición y que es intrínseco a todo hombre”. Por su parte, el filósofo y escritor Jon Juaristi definió los últimos diez años de la historia española como “la década más sectaria del post-franquismo”. Además, señaló que “la Transición se ha mitificado después del 23-F como época de concordia, pero no se vivió así en el momento. Pero en el 23-F se empezaron a establecer unos principios fundamentales de consenso que funcionaron hasta 2004, cuando empezaron a saltar por los aires”.
Entre los motivos de tal enfrentamiento, Juaristi señala sobre todo los “nacionalismos que consisten sobre todo en una retórica independentista e intimidatoria”. Abril identifica también el hecho de que “hemos perdido la vertebración de la sociedad civil. Los grupos sociales han perdido su propósito, se han convertido en una especie de lobby donde cada uno defiende lo suyo. La confianza ahora está muy limitada, ya no es lo más importante en las relaciones”.
A consecuencia de esta pérdida de confianza, la población española empieza a caracterizarse por una notable pérdida de interés. Un ejemplo son las columnas de Cuartango, que confesó que cuando escribe de política apenas recibe comentarios, todo lo contrario de cuando escribe a partir de cuestiones personales. “Lo que realmente importa a la gente son otras cosas: el sentido de la vida, el sentido de lo que hacemos”. En esta línea, Nombela destacó que “hay una pregunta que acompaña al hombre siempre, en todo momento y situación: ¿por qué estoy aquí?”.