Payá: de la fe, el método
Lo que ocurre en Cuba es siempre decisivo para América Latina. Enrique Krauze, el gran intelectual mexicano que ha publicado este año Redentores, un libro en el que se sintetiza la historia cultural de la América de habla hispana, sostiene que todo empieza siempre en la isla. Que Cuba en 1898 dejara de ser una colonia española, después de que los estadounidenses se empeñaran en quitar de en medio a Madrid, dio paso al control yankee de la región. El triunfo de la revolución de Fidel Castro en 1959 marcó el declive de la América liberal. La caída del comunismo en la isla, según Krauze, será decisiva para que se inicie un nuevo periodo en la zona.
Oswaldo Payá es uno de los disidentes que con más inteligencia, sacrificio personal y eficacia ha trabajado para construir esa nueva Cuba que tanto influirá en América Latina. En el caso de Payá se puede decir con precisión que "de la fe había surgido un método" para hacer política bajo un régimen totalitario. A sus amigos les confesaba que su energía venía de "la humildad de la cruz, de la que había nacido para siempre la liberación". Con una experiencia cristiana muy sólida puso en marcha el Movimiento Cristiano de Liberación y su gran iniciativa el Poyecto Valera. No hay que dar por descontado que el catolicismo en Cuba haya generado el movimiento de referencia dentro de la disidencia. Cuba siempre fue una de los lugares menos católicos de América. Ya lo era en la época de Batista. Y después de más de 50 años de dictadura comunista, sólo un uno por ciento de la población acude a misa. Oswaldo Payá no tenía pues ninguna "plataforma hegemónica" desde la que hacer su trabajo. Su éxito fue construir un movimiento de base. Murió como vivió, recorriendo todos los rincones del país. Eso es lo que permitió recoger, con el Proyecto Varela, más de 20.000 firmas. Cifra sorprendente en un país en el que el castrismo lo controla todo. El Proyecto Varela, puesto en marcha en 1998, es sin duda la gran referencia de cómo hacer oposición en Cuba y fomentar una transición pacífica a la democracia. En los últimos 50 años muchos han sido los que se han marchado, y han construido una oposición desde el exilio en Maimi con posturas que en muchas ocasiones no han sido muy constructivas. Oswaldo se quedó. Y apostó por una transición basada en una formula similar a la que se uso en la transición española del franquismo a la democracia: una transición "de la ley a ley". De hecho el Proyecto Varela consistía en impulsar una transformación del régimen castrista utilizando la constitución comunista. La Constitución de 1976 establece que los ciudadanos pueden promover leyes si consiguen 10.000 firmas. Las leyes que proponía Payá, con amplio respaldo popular, reclamaban libertad de expresión, amnistía, derecho a la propiedad y un sistema electoral democrático. El castrismo no las aceptó. Pero el amplio movimiento popular que había impulsado supuso la transformación de la conciencia de muchos. Payá ha trabajado en la isla, con realismo, desde la base, construyendo pueblo, buscando resquicios en la legislación comunista. Ha abierto la senda más clara.