O ahora o nada: de la insuficiencia del patrimonio cristiano
Con esta larga cita del último libro del Papa, Jesús de Nazaret, la gente de Comunión y Liberación ha hecho público su manifiesto de Pascua. Es una de las prácticas de este movimiento eclesial tan poco convencional. Se escriben manifiestos sobre las elecciones, sobre las capillas atacadas, ¿pero sobre la Pascua? ¿Acaso ha pasado algo sobre lo que haya que pronunciarse? La Pascua está en el calendario litúrgico, está prevista.
El párrafo del Papa si no estuviese en su libro de Jesús de Nazaret podría pensarse que está escrito para España. Esa España en la que un gran patrimonio de cristianismo, de santos, de héroes, no impide que muchos estén solos por muy herederos de la tradición católica que sean. Ni la nación fraguada en la cristiana reconquista frente al islam, ni Teresa de Ávila, ni Francisco Javier, ni San Ignacio, ni el derecho de gentes, ni la evangelización de América ni tantas glorias de nuestro pasado, ni la permanencia de un cierto humus de valores puede arrancarnos del abandono a nuestro particular criterio. Todos los héroes y todos los santos, todos los buenos valores y la gloriosa tradición dependen de que hoy podamos volver a hacer la experiencia de aquellas buenas mujeres de Galilea que iban a embalsamar un cadáver y se encontraron con un Resucitado.
"Lo que sabemos", dice también ese manifiesto con palabras de Giussani "o lo que tenemos llega a ser experiencia sólo si es algo que se nos da ahora: hay una mano que nos lo ofrece ahora, hay un rostro que viene hacia nosotros ahora, hay una sangre que corre ahora, hay una resurrección que acontece ahora. ¡Sin este ahora no hay nada!".