Nuestro último verano en Escocia

Cultura · Víctor Alvarado
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1 junio 2015
La mejor forma de vender esta película sería del siguiente modo: si te gustó Pequeña Miss Sunshine, este largometraje te encantará, pues se mueve en los mismos temas que su predecesora reflexionando sobre la familia.

La mejor forma de vender esta película sería del siguiente modo: si te gustó Pequeña Miss Sunshine, este largometraje te encantará, pues se mueve en los mismos temas que su predecesora reflexionando sobre la familia.

Los encargados de llevar este proyecto a buen puerto han sido los británicos Andy Hamilton y Guy Jenkin, recordados por la exitosa comedia de situación Outnumbered que los ha catapultado hasta el estrellato, ya que, por otra parte, Nuestro último verano en Escocia ha obtenido buenos resultados en taquilla. Las dos primeras semanas de recaudación fueron muy potentes en Gran Bretaña, superando los 2.700.000 euros en 10 días en cartel. Estamos ante una comedia alocada que guarda ciertos paralelismos con un cómic. El guión es brillante, salvo por haber creado un personaje muy forzado y metido con calzador, que hace un guiño a la ideología de género. Se percibe que los directores son auténticos cinéfilos, al haber incluido un chiste sobre la cinta animada Wallace y Gromit junto a muchos detalles de la inolvidable Vikingos de Richard Fleischer, protagonizada por Kirk Douglas y Tony Curtis.

La producción está protagonizada por Rosamund Pike, que triunfó el año pasado por la intensa y desagradable Perdida. A la actriz le acompaña Andy Tenant, un popular actor televisivo que participó en Doctor Who y que cuenta con muchos seguidores en la serie Broadchurch. Los niños son extraordinarios, parecen sacados de la vida real, destacando por la naturalidad y frescura de sus interpretaciones.

Este largometraje, si uno se queda en la superficie, sólo puede servir para pasar una deliciosamente entretenida tarde de cine. Sin embargo, si uno presta una pizca de atención, puede sacar interesantes conclusiones. Nuestro último verano en Escocia ofrece una radiografía de la sociedad actual del estado en que se encuentran los matrimonios en continua crisis, lo que provoca inseguridades y problemas psicológicos en los hijos, que se encuentran desorientados cuando sus padres discuten o se separan. Por otra parte, podemos decir que está abierta a la trascendencia, aunque de forma bastante sui generis, tan sólo entendible en esta obra con tintes surrealistas.

No deben perderse al personaje del abuelo y la relación que establece con sus nietos, pues sabe ver lo que otros no ven en ellos, enseñándoles, a su particularísimo modo, a crecer como personas y a ser felices.

Finalmente lanzamos la siguiente pregunta: ¿qué tiene que decir el perdón en toda esta historia?

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