Noviembre
Otra vez es noviembre. Lo decía Manuel Fraijó en El País, ´y por mucho que se la intente esquivar, la muerte siempre sale airosa, jamás falta a su cita; y nunca nos encuentra preparados´.
A las puertas de noviembre, después de más de 300 días, por fin ha habido investidura. El debate ha dejado muchos titulares. También Pedro Sánchez, que tras dejar su acta de diputado concedió una entrevista en exclusiva en Salvados. ´Quizá tenga razón Umbral en aquello de que ser de izquierdas no es instalarse en la izquierda, sino desinstalarse en favor de las preguntas. Es decir: estar en vilo, asumir la provisionalidad de las certezas, avanzar con el ánimo dispuesto a sumar voces, preguntarse por los otros y abrirse a muchas cosas´, decía Antonio Lucas en El Mundo.
Por otro lado Antón Costas, en La Vanguardia, reflexionaba sobre la recién estrenada legislatura: ´no será fácil acabar con esa imagen demoníaca (del PP). Especialmente en el caso del PSOE y en el de los soberanistas. Por otro, corresponde al nuevo Gobierno de Mariano Rajoy mostrar señales de cambio. Pero, en cualquier caso, no deberíamos descartar que surja un espacio para el posibilismo político que trae toda nueva legislatura´. Sin embargo, muchos no son optimistas. En un artículo titulado ´Una nueva época, un mundo infeliz´ de El País, Antony Beevor afirmaba: ´la democracia no puede sobrevivir sin una base de respeto hacia los demás, acompañada por el respeto a la verdad´. Pero ese respeto solo se da a regañadientes, es imposible, piensan algunos. Dos ejemplos: Carmen Rigalt, en El Mundo, explicaba que ´a los adversarios los respetamos porque no queda más remedio, pero no los respetamos. Yo no conozco a ninguna persona que sienta respeto por lo que piensa la gente de signo opuesto al suyo´. El otro es José María Ruiz Soroa, hablando de la sociedad vasca, en El País: ´la sociedad vasca no necesita para ser una sociedad normal -conflictiva- ninguna reconciliación ciudadana. Le basta, como a todas las sociedades democráticas, con que todos acaten las normas, aunque sea a regañadientes y con miradas torvas´.
Delante de esto Vicente Lozano recordaba en El Mundo la intervención de Ana Oramas durante el debate: ´es distinto ser contrincante político a enemigo político. No se puede negociar ni sacar adelante nada desde el odio y el rencor´.
A las puertas de noviembre, puente de todos los Santos y de los difuntos, Jordi Llavina recuerda en La Vanguardia a nuevos y viejos poetas que hablan de damas muertas. ´Todas esas chicas, como a la postre haremos todos, se convirtieron en `tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada`. ¿En nada? Hoy recordamos a nuestros difuntos. Y la poesía sirve para darnos a entender cuán verdaderamente solos nos quedamos los que permanecemos aquí´.