No solo contra los muros, con un método para superarlos
“Cien por cien pizza, cien por cien kebab”, es una de las frases que pronuncia unos de los protagonistas de la exposición Nuevas Generaciones. Es una de las exposiciones estrella en la edición del Meeting de Rimini de este año y refleja bien su espíritu. La muestra recoge, con varios vídeos, los testimonios de inmigrantes de segunda generación que se han integrado. La diversidad es una riqueza, dice alguno de ellos. La identidad no tiene por qué ser exclusiva o excluyente.
Con el mismo propósito, a lo largo de toda la semana, están teniendo lugar una serie de encuentros y conversaciones dedicados a los muros. Los muros que se levantan contra la inmigración, contra los otros. Hay un espacio especial dedicado a estos encuentros, que reflejan cien por cien la sensibilidad Francisco. De hecho, el vídeo que se proyecta en ese espacio muestra al Papa apoyado en el muro de la vergüenza de Palestina.
También uno de los encuentros centrales del Meeting, en los que participan varios miles de personas, ha tenido como título “Más allá de los muros”. Ha estado guionizado por la presidenta de la RAI Mónica Maggioni con un estilo muy televisivo. De hecho, los vídeos se han alternado con música, lectura de textos y cortos testimonios de protagonistas de lo que sucede en Venezuela, en Uganda y en países en vida de desarrollo.
En una de las pantallas gigantes se han proyectado las imágenes de la caída del Muro de Berlín, los rostros de alegría de los que por fin veían derribarse la terrible barrera. Y a continuación han aparecido las declaraciones de Trump, prometiendo la construcción del muro con México. Mientras los diferentes protagonistas de la mesa redonda contaban sus experiencias, la gran pantalla emitía los planos aéreos de la parte de la valla estadounidense que ya se ha levantado. Sobrecogedor el contraste.
Posición clara: no a los muros. Tomasi, muchos años nuncio de la Santa Sede ante Naciones Unidas, contaba su experiencia al cruzar el muro con algunos mexicanos. Todo no se acaba cuando se llega a suelo estadounidense. Alejandro Marius, trabajador social en Venezuela, relataba el muro del miedo que se ha levantado con la política de Maduro. Miedo por falta de libertad, por inseguridad, miedo a ponerse enfermo por la carencia de medicinas. Contundente la crítica de Rosemary Nyirumbe que se dedica a ayudar a los niños soldado en Uganda.
Aportaciones valiosas. Aunque la novedad del encuentro ha estado en la segunda parte, cuando los invitados han tenido que responder a una pregunta del moderador sobre cómo se consigue ir más allá de los muros, cómo se cruzan.
Contra los muros, pero sin la ideología “antimurista”.
Esa podría ser la síntesis de cómo han respondido. Alejandro Marius ha relatado cómo fue al encuentro de un grupo de jóvenes que habían recurrido a la violencia para reclamar alimentos. “Les pregunté qué harían después de conseguir la comida, después de conseguir la libertad, después de conseguir el cambio político. Tuvimos una larga conversación y a partir de ese momento hemos empezado a trabajar juntos, porque en sus ojos brilla lo mismo que en los míos, el deseo de tener una oportunidad. Es ese deseo el que puede superar las barreras”, señalaba el venezolano. “Se puede ir más allá de los muros, superar el miedo que los construye si hay la certeza de que el que te hace mal tiene la misma naturaleza que tú”, concluía Marius.
Es la misma sensibilidad que expresaba Giampolo Silvestrini, con más de 20 años de experiencia en desarrollo y ahora al frente de AVSI, una gran ONG de cooperación. “El buen desarrollo -explicaba- no se hace pensando que lo haces por ellos, el desarrollo lo haces con ellos y lo haces para ti”. Es posible ir más allá de los muros, también del muro de la pobreza, cuando el miedo que los levanta se convierte en estima por la diversidad, cuando se tiene experiencia del encuentro con el otro. Silvestrini concluía citando al Papa, el mejor modo de dialogar con el otro no es hablar de las diferencias o de lo que se tiene en común sino hacer con el otro algo y, haciendo, descubrir lo que se comparte. Desde el Meeting Rimini, no solo una denuncia contra los muros, un método para saltarlos.