No estamos para muchos mareos
Primeros escarceos tras las elecciones. El PSOE dice que no facilitará con su abstención un Gobierno de Rajoy. Y Ciudadanos sigue exigiendo que Rajoy se quite de en medio. No estamos para que nos mareen mucho. Y el tiempo del postureo se ha pasado. Seis meses son muchos meses.
El resultado de las elecciones marca una ruta clara para la formación de Gobierno. Mariano Rajoy y el PP han obtenido un respaldo de casi ocho millones de votos y 137 escaños. La legitimación para encabezar el nuevo Ejecutivo es evidente. La distancia con el segundo, con el PSOE, es suficientemente amplia como para que los socialistas en esta ocasión dejen gobernar a quien ha ganado las elecciones.
El retroceso de un millón de votos de la coalición de Podemos y de Izquierda Unida despeja del horizonte la posibilidad de un Gobierno de socialistas y populistas. El PSOE ya lo ha dicho claro: se queda en la oposición. La abstención no se contradice con ser oposición. Ciudadanos tiene que empezar a bajarse de la burra. Es necesario conseguir una rápida investidura y formar lo antes posible un Gobierno.
Las circunstancias creadas por el Brexit y lo ocurrido en los últimos meses exigen que todo vaya muy rápido. Una vez formado con celeridad ese Ejecutivo hay dos grandes tareas pendientes. La primera es dar estabilidad a la economía y acometer una larga lista de reformas. Y la segunda y no por ello menos importante es la de restañar las heridas que se han producido en la vida pública.
El nuevo Gobierno tiene por delante la importante labor de superar la polarización en la que algunos han querido meter el país. La regeneración de las instituciones debe ser una prioridad. Es necesario rebajar el clima de enfrentamiento, buscar la transversalidad entre los partidos constitucionales, y dar la menor munición posible al populismo, que sigue siendo un gran reto. Que no mareen.