Entrevista a Vicente Lozano, columnista de El Mundo

´No es centralismo versus nacionalismo´

España · Juan Carlos Hernández
COMPARTIR ARTÍCULO Compartir artículo
| Me gusta 33
8 noviembre 2018
“Es necesario cambiar algunas cosas en la Constitución pero ahora mismo no hay el consenso necesario para ello”, afirma el periodista.

¿Cuál es su valoración de lo que llevamos de legislatura?

Es una legislatura muy complicada, como estamos viendo en los Presupuestos, que es la ley más importante que tiene que aprobar un gobierno cada año y, por tanto, un fracaso no poder aprobarla. Y da la sensación de que no va a poder sacarla. Es una legislatura muy complicada porque se trata de un gobierno en minoría que tiene que aliarse con partidos más pequeños y muy distintos unos de otros. A los independentistas les da igual lo que pase en España y Podemos es una izquierda radical que va a sacar el máximo partido también para su idea de España, que es muy distinta de la del PSOE. No es una coalición de gobierno que tiene un fin común que es mejorar el país, mejorar la cohesión social, etc. Luego, tenemos una oposición en una situación difícil porque un PP muy tocado por la corrupción tiene una nueva dirección que debe consolidarse. No se sabe qué va a pasar en las elecciones andaluzas y en función de ello tendrá que tomar un derrotero u otro. Tampoco hay una oposición cualificada por mucho que ahora Pablo Casado haya radicalizado la postura del PP en sus ataques al gobierno. Hay inestabilidad en todos los terrenos.

En un artículo reciente, a raíz de la victoria de Bolsonaro, afirmaba que “los partidos tradicionales ya no son capaces de encauzar las aspiraciones y objetivos de buena parte de los ciudadanos”. ¿Podría profundizar en dicha afirmación?

Brasil es un caso paradigmático. Recuerdo la alegría en muchos sectores cuando ganó Lula la presidencia porque por fin un partido de izquierda radical había llegado al poder. Lula había sido un sindicalista muy querido y, de repente, cae en picado por la corrupción. Su sucesora, una persona también con carisma, tiene que dejar el gobierno. Y ahora, ¿quién va a votar al Partido de los Trabajadores? La gente siente que le han defraudado. No son fallos en cuestiones puntuales, es que han hecho todo lo contrario a lo que estaban proponiendo. Entonces, la ciudadanía se va a otro lado. Y ¿qué hay en el otro lado? Al final, busca firmeza, solidez en los argumentos, aunque puedan ser argumentos muy preocupantes. La gente les vota al sentirse defraudada en sus aspiraciones. En cierta medida, ha pasado lo mismo con Trump. Sin duda, está creciendo el extremismo tanto de izquierdas como de derechas.

La irrupción de los populismos, ¿podría ser un síntoma?

Está claro y todos tienen una cosa en común: son firmes en sus convicciones. A Salvini no le importa fotografiarse delante de las inundaciones de Venecia y Bolsonaro no esconde su odio a los homosexuales… Pero en Brasil han votado a Bolsonaro casi 58 millones de personas y hay que preguntarse qué está pasando. La moderación se entiende como algo melifluo, que no tiene fuerza ni solidez y muchos ahora prefieren estos populismos…  Salvini, Orban… tienen muchos votos de ciudadanos que han vivido y viven en democracia. Esta es la contradicción.

Esta moderación de la que hablaba en la época de la transición se vivía como virtud, no como debilidad.

En la transición todo el mundo quería dejar atrás cuanto antes la dictadura y ponerse a trabajar en una nueva España y el caso actual es distinto. Ahora no hay un proyecto común. ¿Cómo va a haber un proyecto común sobre España con los independentistas? Fíjate cómo están reaccionando después de los escritos de la fiscalía y la abogacía sobre los presos del procés. Los principales socios del gobierno español ponen en duda la Monarquía. No hay nada de fondo que una de verdad a los tres grandes movimientos que mandan en España: el socialismo del PSOE, la izquierda radical de Podemos y los independentistas. ¿Qué es lo que quieren de España? Cada uno quiere una cosa. ¿Qué es lo que quieren de la sociedad? Es imposible formar una coalición orquestada y decir “vamos por aquí”.

¿Ve necesaria una reforma constitucional?

Es necesaria. Cuándo y cómo hacerlo es lo complicado. Sí hay cosas que cambiar en la Constitución pero ahora mismo no hay el consenso necesario. La Constitución del 78 fue aprobada por una amplia mayoría. Si ahora se planteara una reforma no se consigue aunar ni de la mitad del Congreso. No va a haber consenso para lo que se quiere cambiar y cómo hay que cambiarla. En ese sentido lo mejor es dejarla como está. Por ejemplo, ya no hay consenso ni en el artículo 1, ni en la Corona. Si abres el melón se van a generar problemas, como, en otro orden de cosas, está pasando con Franco. Si te planteas que hay que exhumar a Franco pero no sabes dónde lo vas a meter, ocurre el despropósito que estamos viviendo. ¿Cómo vas a abrir el melón de la Constitución si no sabes a dónde vas a llegar ni sabes con quién tienes que ir?

En la vida política existe una permanente polarización, ¿cree que también está presente esta polarización en la sociedad civil?

Yo creo que no está tan polarizada, incluso en sitios donde da la sensación de que sí lo está. Si vas a Barcelona te das cuenta de que vives tranquilamente. Y si no estás allí lo que te llega es que hay cruces y lazos amarrillos por todos lados y que no puedes ni hablar en castellano… Es verdad que el fenómeno de las redes sociales enreda mucho. Ahora es muy fácil distribuir un contenido calumnioso y todo eso lleva a crispar. Pero no creo que las redes sociales sean todavía el sustrato de la sociedad. y al final se vive con tranquilidad estés donde estés, salvo en sitios puntuales, como hemos visto en Alsasua… En general, yo creo que la sociedad no está tan polarizada como la política.

¿Cómo articular una respuesta que no sea pura reacción o ambigüedad sino una propuesta propositiva?

Mi postura sobre el tema catalán es que es lícito aspirar a la independencia siempre sea con la ley en la mano. Si esto hubiera calado en su momento creo que se podría haber emprendido juntos el camino. Habrá que llegar en algún momento a convocar un referéndum, Pero siempre sin saltarse la ley, porque si nos saltamos la ley esto es la selva. El Estado no debió haberse retirado de Cataluña y ahora vemos el fruto de todo esto. El Estado no tendría que haber abdicado de las sus competencias en educación, por ejemplo, porque de eso se ha aprovechado el independentismo tergiversando la ley para adoctrinar. Ahora es imposible empezar ‘de cero’ porque hay una ruptura entre las dos partes. Por mucho que el gobierno quiera hacer una política de apaciguamiento y le diga a la Fiscalía o a la Abogacía que retiren el delito de rebelión, como hemos visto. Puigdemont, Torra y los demás han roto amarras con el Gobierno. Tú puedes poner una postura más dura o más conciliadora, pero el Gobierno central, por mucho que intente conciliar, llega un momento en que no puede ceder. A no ser que ya esté dispuesto a ceder todo, pero entonces no sería un Gobierno español.

Muchos analistas coinciden en la debilidad del Estado frente a los desafíos independentistas. ¿Cuál es el origen de esta debilidad? ¿Hemos perdido la conciencia de lo que ganamos en la transición?

Son muchos años en los que se ha dejado hacer a la otra parte, ha habido en Cataluña en todas las facciones nacionalistas una unidad social y política. Tienen un objetivo común, como ocurre con cualquier proyecto nacionalista, y en cambio la otra parte hace dejación de sus deberes. en España porque quizá teníamos el estigma del franquismo y había que dejar hacer a las autonomías. De hecho, uno de los defectos que se atribuye a la Constitución –a toro pasado, es fácil decirlo, claro– es haber dejado tan abiertas todas las competencias de las autonomías. Pero llega un momento en que el Estado no puede autodestruirse. Si pones soluciones según van avanzando los nacionalistas, llega un momento donde el diálogo es todo o nada. No hay otra posibilidad. Es decir, creo que el debate no debería enmarcarse en centralismo versus nacionalismo. Si no si aplicamos la Constitución de forma igual para todos los españoles o no.

Noticias relacionadas

El título trucado de la ley de amnistía de Sánchez
España · Juan A. Pérez Morala*
Cuando una Ley se promulga, cabe esperar que su Título anuncie en muy pocas palabras su esencia, exponga los motivos de su alumbramiento en un comedido Preámbulo, y sea clara y consecuente en un cuerpo bien articulado. Es decir, leal y veraz en las razones que han motivado el gran esfuerzo...
5 marzo 2024 | Me gusta 1
Eugenio Nasarre. In memoriam
España · Juan Antonio Ortega Díaz-Ambrona
Pocas muertes me han producido en los últimos años impresión y pena tan hondas como la de Eugenio Nasarre. Ya sé que todos desfilamos hasta el mismo final ineluctable. Pero el de Eugenio Nasarre me pilló muy de sorpresa porque parecía que aun no le tocaba....
26 febrero 2024 | Me gusta 3
Galicia vota conservador
España · Ángel Satué
Se ha visto en las elecciones gallegas que el Partido Popular ha conseguido allí maridar regionalismo con la idea de España. ...
19 febrero 2024 | Me gusta 3