Reconectar el voto y la experiencia social

`Necesitamos un Gobierno que piense un futuro común para todos`

Entrevistas · P.D.
Me gusta 274
8 marzo 2019
Meri Gómez, responsable de la Casa Estela de Cometa 

La Casa Estela de Cometa nació hace dos años, creada por un grupo de personas que hacen voluntariado de acompañamiento a niños y jóvenes tutelados que viven en residencias de la Comunidad de Madrid. La Casa se ocupa de acoger a jóvenes que han finalizado la tutela. Su directora, Meri Gómez, reflexiona con paginasdigital.es sobre el valor político de esta experiencia.

¿Qué experiencia de construcción social y de participación ciudadana habéis hecho desde que se fundara vuestra casa?

Construcción social se podría llamar a todo lo que hacemos. La casa se crea con la idea de construir un entorno en el que las chicas extuteladas puedan disfrutar de un lugar que les permita crecer como personas, formarse y poder participar de una vida activa dentro de la sociedad. Entendemos que para construir la sociedad hacen falta sujetos con una base firme en la vida y creemos que la casa es una experiencia de construcción social muy potente. Personas firmes en la vida son las que son capaces de construir dentro de la sociedad. En cuanto a participación ciudadana, en la casa hemos visto cómo hay un lenguaje que todo el mundo entiende y sabe hablar, basta tener un interlocutor, es el lenguaje de la caridad, hemos visto cómo gente, amigos cercanos, familiares, amigos de amigos, incluso desconocidos que han oído la existencia de la casa, nos han ayudado y nos ayudan diariamente, de muchas formas: con el mantenimiento de la casa, económicamente, con gestiones de cualquier índole y sobre todo siendo nuestros amigos. Hemos visto así que hay un punto común en el hombre más allá de condiciones sociales e ideologías en el que es posible el diálogo.

De esta experiencia, ¿qué puede tener valor como método y como contenido para el conjunto de la sociedad española?

La casa es un lugar de convivencia. Actualmente viven cinco chicas de entre 18 y 20 años junto con la responsable de la casa. En dos años de existencia de la casa hemos pasado por todas las facetas de la convivencia: risas, llantos, abrazos, subidas de tono, enfados, reconciliaciones… y un sinfín más, pero lo más valioso que hemos aprendido, y esto es lo que nos parece un método que puede tener valor para el conjunto de la sociedad, es que no podemos vivir aislados los unos de los otros, estamos hechos para relacionarnos (aunque a veces cueste o duela). Y para relacionarnos no de cualquier manera: hay una forma de relacionarnos entre nosotros que nos lanza al mundo y otra que nos encierra en la cocina y, una vez que has probado una forma de relacionarte con las personas con las que vives, con las que trabajas, con la realidad en definitiva, que te abre el horizonte y que te hacer respirar porque construyes, si tienes un mínimo de lealtad contigo mismo no quieres volver a la otra forma de relacionarte y esto te hace estar en el mundo con paz y la mirada puesta en el horizonte, y bajo esta mirada cabe todo, no solo lo que está más cerca de ti. Y esta forma de relacionarnos que estamos aprendiendo en la casa, cuando salimos de ella abarca al mundo entero. El contenido y el método no están separados, porque el contenido, lo que quieres proponer, que no es otra cosa que la reconstrucción de la persona, impone el método, solo donde hay un amor a la persona ésta se puede reconstruir, solo una persona que se siente perteneciente a algo puede resurgir y vivir con todas las letras. Este contenido impone el método del que estamos hablado: vivir, convivir en el día a día con un horizonte grande y acompañadas.

Habéis trabajado con algunas administraciones. ¿Cuál es la fórmula que permite que el trabajo entre entidades sociales y Administración sea más eficaz y constructiva?

Hemos trabajado con la Dirección General de la Familia y el Menor de la Comunidad de Madrid y seguimos trabajando con ellos. A nuestro entender no hay una fórmula mágica que uno pueda aplicar en todos los ámbitos de la vida. Cuando ve que algo funciona, no basta repetir ciertas cosas para obtener el resultado deseado: es cierto que hay cosas que lo favorecen, pero no se pueden extrapolar. Para nosotros la relación con las instituciones, en concreto con esta que hemos mencionado, es eficaz y constructiva porque todos miramos al mismo punto, que siempre está fuera de nosotros, y no miramos al centímetro más cercano a nosotros. Para nosotros en concreto este punto es el bien de las chicas que se nos han “encomendado”. Con un punto en común se construye y se salvan las distancias de los puntos en los que no estamos de acuerdo, siempre desde una posición dialogante.

¿El sector no lucrativo es adecuadamente reconocido por los partidos políticos?

En esto no tenemos mucha experiencia, la nuestra en concreto es buena y pensamos que sí, en definitiva, el sector no lucrativo trabaja en muchos ámbitos de la sociedad en los que las instituciones estatales tendrían que intervenir si no existiera este sector y le sería muy costo invertir todos los recursos necesarios para hacer el mismo trabajo. A pesar de esto, somos conscientes de que algunos partidos políticos son de la idea de que todo lo deben hacer ellos, que si hay necesidad en la sociedad son ellos los que la deben cubrir y no dar el espacio a otros, en la mayoría de los casos del sector no lucrativo, para que lo hagan, pero nos parece un error porque esto no permite que la sociedad crezca y genere personas que “viven en pequeño”.

¿Qué criterios deberían seguirse para que las políticas sociales fueran más eficaces y más constructivas?

El criterio fundamental a nuestro juicio es el amor por la persona, el amor por todas y cada una de las dimensiones que la constituyen, a partir de ahí podemos hablar con quien sea, y la búsqueda del bien común, que va de la mano con el amor por la persona.

¿Qué tipo de Gobierno haría más fácil vuestro trabajo?

Uno que recogiera un poco todo lo dicho anteriormente, uno que valorara la persona por lo que es, no por lo que tiene, por su pasado, por su dificultad, sino por su presente y su proyección en el futuro, que es un futuro común para todos.

“Hay un lenguaje que todo el mundo entiende y sabe hablar, basta tener un interlocutor, es el lenguaje de la caridad”

“Lo más valioso que hemos aprendido, y esto es lo que nos parece un método que puede tener valor para el conjunto de la sociedad, es que no podemos vivir aislados los unos de los otros”

Noticias relacionadas

Me preocupa que nos demos cuenta de la realidad
Cultura · Juan Carlos Hernández
El último libro de José Ángel González Sainz se titula "Por así decirlo". Conversamos con el escritor soriano, un maestro del idioma según Jon Juaristi, sobre su última obra....
31 agosto 2024 | Me gusta 4
Aprender de nuevo a estar juntos
Entrevistas · Nuno da Silva Gonçalves - Simone Sereni
En esta entrevista Marta Cartabia responde a gran variedad de temas: el compromiso personal a nivel académico, la guerra en Ucrania, el futuro de Europa, los retos a los que se enfrenta la Iglesia en nuestro tiempo, los problemas de la juventud o la violencia sobre las mujeres....
23 junio 2024 | Me gusta 4