Nace otra etapa

Recuerdo perfectamente la tarde del 2009, en la que uno de mis mejores amigos, escuchaba con atención las anécdotas que le contaba , de nuestra vida familiar. De las trastadas y originalidades con las que nuestros cinco hijos, hacían que mi esposa y yo tuviéramos jornadas propias, de aventuras vikingas. Disfrutaba, oyendo las carcajadas de mi amigo.
En la tranquilidad del descanso nocturno, me vino a la mente, la tarde estupenda que había pasado en compañía de alguien querido, y me asaltó la idea de crear un blog, sin tener mucha idea de lo que era y de las consecuencias a las que me conduciría, adéntrame en esa aventura..
Mi intención, era la de compartir con mis amigos y seres más cercanos , esas vivencias familiares, que tanto habían deleitado a mi compañero, desconociendo el alcance tan universal que una página creada en internet, producía. Empecé colocando gustos personales, aconsejando artículos interesantes, la peli que me había llamado la atención, la música preferida, detalles de nuestros días familiares… ni siquiera sabía que podía recibir comentarios, así que cuando me llegó el primero, me dieron ganas de decir, lo que escuchaba a menudo a mis hijos : “yo no he sido”.
Indagué, busqué información bloguera y empezó el descubrimiento de un camino, que desde hace cinco años recorro. Una senda, donde me he encontrado una rica variedad de paisajes. Me he topado con gente de todo el mundo, que han entrado poco a poco en mi intimidad, en la de mi familia; personas que ha ido ganando mi corazón. Pese a las advertencias de los peligros que la red ofrece en algunas ocasiones, ha podido más el cariño y afecto recibido, que todos los avisos agoreros, intentando tumbar la ilusión acumulada.
He visto paisajes oscuros, donde los anónimos me han dirigido a veces palabras duras, que tambaleaban mi firmeza de continuar . He contemplado bellas salidas de sol brillante, con el testimonio compartido de muchos que han entrado en Siete en Familia. He percibido días nublados, donde el desaliento, la sequedad, la sensación de escribir para nadie, se ha instalado, paralizándome por un tiempo, sin poder dar un paso. Y he visto la puesta de sol más bella, al comprobar que Dios me ha hecho partícipe, contemplando el fruto de la semilla plantada.
Hoy Siete en Familia, se abre un poquito más, tímidamente, con un poquito de miedo, ante la posibilidad de llegar a más gente, a través de un medio de comunicación en la red.
Páginas Digital, me invitó a unirme a una comunidad bloguera, adosada a su edición digital. Me sentí honrado ante la oferta, pero no merecedor de ella , por considerarlo, un blog sumamente familiar y sencillo en sus escritos. Agradezco a todo el equipo la confianza y la fantástica acogida que me han dispensado, alentándome a formar parte de esta sección bloguera. Así que ahora, también podréis encontrarme, en esta edición al servicio de los internautas.
A los que me seguís habitualmente, gracias por vuestra fidelidad, a los que entrarán por primera vez en Siete en familia, a través de Páginas Digital, les digo ya : ¡Bienvenidos!
Ojalá que todo lo que comparto en un blog, sirva para reconocer que amar en este mundo es posible. Tenemos a todo un Dios, que lo hace con locura con todas sus criaturas , y muchos podemos dar testimonio de que así es.