´Muchas veces pactar es ceder, pero siempre es ganar´
Ana Oramas, diputada de Coalición Canaria en el Congreso, valora para Páginas Digital la fallida investidura de Mariano Rajoy.
Tras dos investiduras fallidas parece que vamos hacia una nueva convocatoria de elecciones. ¿Cree que estamos a tiempo de poder evitarlo?
Sí, pero para ello tienen que cambiar claramente las actitudes de los partidos que tienen en su mano que eso no suceda. Si el PSOE persiste en su actitud de bloqueo y de inmovilismo y si el Partido Popular no promueve un diálogo real y propicia con su comportamiento un mayor acercamiento a las fuerzas que pueden darle su apoyo, será muy difícil ponerse de acuerdo. Eso nos llevaría a unas terceras elecciones, un escenario que no me quiero plantear porque sería un fracaso de la clase política y una falta de respeto a la ciudadanía.
Con el apoyo, tras las negociaciones pertinentes, a la investidura de Mariano Rajoy tanto Ciudadanos como Coalición Canaria han realizado un ejercicio de corresponsabilidad en la gobernabilidad del país. Esto demuestra que es posible construir juntos. ¿Puede ser un buen punto de partida en el futuro el acuerdo logrado entre los tres partidos?
Debería serlo. El Partido Popular es el único que, hoy por hoy, tiene posibilidad real de formar gobierno y Rajoy es el candidato propuesto por el Rey para ello. Y nosotros, en consecuencia, hemos aportado nuestro grano de arena para que se pueda avanzar. En el caso de Coalición Canaria, estamos donde hemos estado siempre, anteponiendo la defensa de las políticas sociales que afectan a la ciudadanía del Estado y defendiendo, por encima de todo, la agenda canaria, que contiene los grandes asuntos que es importante poner en marcha ya en las islas y que tienen que ver con los planes específicos de empleo, la mejora de las pensiones no contributivas, la economía, la financiación, el avance y la competitividad del archipiélago y, por tanto, el bienestar de sus ciudadanos. Temas fundamentales que no son privilegios, sino actos de justicia con un territorio singular que requiere que se cumplan los compromisos adquiridos y leyes como el REF para poder desarrollarse en igualdad de condiciones. Nosotros no podemos hablar por otros partidos y su intención de sumarse al pacto o no. Nuestro voto positivo para la investidura fue un gesto que creímos importante para avanzar, para hacer ver que este país no puede seguir sin gobierno, que no podemos seguir quietos mientras los ciudadanos siguen teniendo los mismos problemas.
El Papa Francisco, en un discurso reciente, reclamaba que “el mejor modo para dialogar no es el de hablar y discutir, sino hacer algo juntos, construir juntos […] sin miedo de realizar el éxodo necesario en todo diálogo auténtico”. Desde su experiencia, ¿qué le parece dicha afirmación?
Muy acertada. Nosotros hemos dicho en reiteradas ocasiones que pactar, muchas veces, es ceder. Pero siempre es ganar.
Teo Uriarte ha afirmado en nuestras páginas que los partidos políticos “han perdido la cultura del pacto. Por eso son incapaces de gestionar una situación propicia a las reformas habida en cuenta la inexistencia de mayorías absolutas”. ¿Qué camino deben recorrer los partidos políticos para una regeneración democrática?
La lección que han tenido que aprender los grandes partidos es la de pactar, hablar y entenderse, algo que era natural al principio de la democracia y que se perdió con los años. Hay que asumir que ya no es tiempo de mayorías absolutas y que la ciudadanía quiere que nos entendamos. Es algo a lo que estamos acostumbrados los nacionalistas canarios: a pactar con los diferentes gobiernos cada asunto importante para Canarias que hemos defendido. Como dije en este mismo medio hace unos meses, a mí me habría gustado ver que se ha aprendido algo, pero la situación, a día de hoy, sigue estando como hace unos meses y, por lo que parece, no todos los partidos piensan igual, ni están dispuestos a dialogar, porque tienen la cabeza puesta en celebrar unas nuevas elecciones.
Por otra parte, hace solo unos meses parecía que había un interés renovado por la política sobre todo entre la gente joven. Sin embargo, la desafección vuelve a crecer. Ante esta situación, ¿los ciudadanos de a pie qué podemos hacer? ¿Cuál es nuestra corresponsabilidad?
La desafección y el desencanto son totalmente lógicos en la situación actual. La ciudadanía ha votado para que no haya mayorías absolutas y ha de respetarse esa voluntad y llegar a acuerdos, que es una asignatura pendiente no solo en política, sino en el resto de la sociedad. Si los jóvenes, ya reacios a votar, ven que su voto no se tiene en cuenta y que se celebran unas nuevas elecciones, es comprensible que se sientan muy alejados de la política. La democracia es un trabajo común y cada uno de nosotros debe poner de su parte para fortalecerla.