Merkel y Salgado

El aumento de los ingresos previsto no resiste el examen de ningún analista. La Merkel va a gobernar con los liberales después de que la OCDE, la Comisión Europea y otros organismos internacionales hayan asegurado que Alemania vuelve al crecimiento a partir del tercer trimestre de este año. La Merkel ha prometido bajada de impuestos. Subió el tipo del IVA al inicio de su primera legislatura, cuando la economía alemana todavía tiraba.
Salgado en Moncloa anunció la subida de impuestos que el Gobierno había presentado como una nueva herramienta de redistribución de renta: un mayor sacrificio para los ricos que iba a beneficiar a los pobres. Y lo cierto es que de los 10.000 millones que el Gobierno cree que va recaudar de más, la mitad saldrán de suprimir la deducción del IRPF. O sea, que los que más sufren son las clases medias. Sólo 800 millones de euros saldrán del incremento de la tributación de las plusvalías, que tampoco las generan los ricos. El resto, de una subida del IVA, que se carga sobre ricos y pobres, pero que sufren más los más pobres que los ricos.
La única buena noticia es que esa subida no llegará hasta julio de 2010. Noticia que tiene su reverso en que la caja no se compensará hasta 2011. Consumo penalizado, más déficit, más deuda. Al menos la Merkel nos mandará alemanes que quieran tomar nuestro sol.