Mejor el Sarkozy conocido

Poruna vez y sin que sirva de precedente se puede coincidir con The Economist, el domingo es deseableen la segunda vuelta de las presidenciales galas una victoria de Sarkozyo, mejor dicho, una derrota de Hollande. Porque en realidad Sarkozy haresultado mejor candidato que gestor. En su haber está el haberreivindicado la laicidad positiva, pero en su debe figuran algunas cosascomo no haber compensado adecuadamente la falta de altura de Alemania enla crisis.
Sigana Hollande a lo mejor se le olvidan su promesa algo descabellada desubir los impuestos al 75 por ciento a los ricos, o su idea de seguiraumentado el tamaño del Estado en una Francia en la que el sectorpúblico supone casi el 60 por ciento. Seguro que si pisa moqueta en elElíseo lo de volver a cambiar la edad de jubilación y rebajarla a los 60años, cuando se ha empezado a trabajar a los 18, se le olvida. Es lo quetiene el poder. Y a lo mejor si gana hace buenas migas con Merkel y secomplementan.
Seguramentese moderaría en economía, pero seguiría adelante con su proyecto de underecho al aborto como el de Zapatero, con lo de liberalizar laeutanasia o que se pueda experimentar con embriones. Por eso, eldomingo, mejor el Sarkozy conocido.