Mato no es Wert
Es lo que hicieron Leire Pajín y Trinidad Jiménez, convirtieron el aborto en un derecho propio del ámbito de la reproducción e hicieron de la píldora del día después un fármaco más fácil de adquirir que los antibióticos. Política de igualdad identificada con política abortiva.
Ana Mato, a diferencia de lo que han hecho Gallardón y Wert, uno ha anunciado un cambio en la ley del aborto y el otro una modificación de los contenidos de Educación para la Ciudadanía, ha asegurado que va a encargar un estudio antes de modificar la legislación sobre la píldora del día después. Los médicos y los farmacéuticos dijeron en su día que era una aberración dispensarla como si fuera un anticonceptivo al uso. Los efectos secundarios de su abuso, desde el punto de vista médico, son perniciosos. Y desde el punto de vista educativo, también: favorecen el machismo sexual y una utilización de la mujer difícil de calificar.
Pero Ana Mato no ha llegado al ministerio con ganas de muchos cambios. Su equipo está formado por gente que conoce mal la política sanitaria y la política social. Tuvo ocasión de contar con algunos altos cargos que le hubieran ayudado a hacer las cosas bien, sobre todo en el ámbito de la familia. Pero no llegó a ficharlos para que no se dijera que tenía gente con el "perfil marcado". Los funcionarios le explicaron pronto que tenía que hablar mucho del género y ha sido obediente.
En realidad, en el Ministerio de Sanidad de lo que saben realmente es de protocolo. Basta revisar el currículum de algunos de sus responsables. Y el protocolo exige no molestar.