Los padres objetores

Cultura · Fermín Civiac Llop
COMPARTIR ARTÍCULO Compartir artículo
| Me gusta 0
22 julio 2008
Poco puedo aportar al debate doctrinal de mesa camilla que está teniendo lugar en estas páginas. Yo sólo quiero aportar en estas breves líneas dónde, a mi juicio, debe estar  el foco de nuestras preocupaciones sobre EPC.

La objeción de conciencia frente a EPC es la forma en la que muchos padres nos manifestamos ante el mundo como testigos de Jesucristo. Esto dicho así sin citar a ningún filósofo alemán puede parecer un atrevimiento, de hecho lo es. Y por eso me resulta una idea tan atractiva como para motivarme a escribir.

Yo no estoy muy seguro de si ésta es la estrategia acertada para acabar con la asignatura. Es más, ni siquiera estoy convencido de que eso sea verdaderamente el asunto nuclear de todo esto. ¡Seamos claros, señores! Aunque consiguiéramos que dentro de varios años se reconozca el derecho de objeción de conciencia a unos cuantos miles de niños, ¿de qué nos serviría eso? ¿Acaso la ofensiva laicista que ha desencadenado una minoría sectaria a través de todas las series de televisión (ejem, Bonanza no cuenta), casi todos los medios de comunicación, los contenidos de los libros de texto de todas las asignaturas, la formación que reciben los profesionales de cualquier carrera, las letras de las canciones de moda…, iba a detenerse?

No sé si la objeción de conciencia va a tener muchos efectos prácticos sobre la ola laicista radical que nos embiste. ¿Por qué, entonces, hemos metido a nuestros hijos en este lío?

Yo, sinceramente, pienso que es nuestra obligación. Como escribía hace poco José Luis Restán (ya ven que sigo sin citar filósofos alemanes) no estamos en tiempo de predicadores sino de testigos. Y ahí, creo yo, debe colocarse el foco de este debate. ¿Qué es lo que lleva a miles de familias a jugarse el tipo declarándose objetores y pleiteando contra un gobierno que es juez y parte?

Frente al miedo, frente al temor que nos lleva a la tentación de adaptarnos a la nueva situación, interiorizando las excusas que se nos ofrecen por doquier para tranquilizar nuestra conciencia y amansar nuestra personalidad (nuestro yo), frente a los que debiendo oponerse colaboran con el poder para no perder lo suyo, se alza la libertad. El don más preciado. Y reivindicamos la libertad ejerciéndola. Oponiéndonos a lo injusto y lo inmoral porque es lo que se corresponde con nuestra naturaleza. Y haciéndolo somos más humanos, y siéndolo damos testimonio ante la sociedad que nos mira perpleja sin entender nada.

Bueno, ya entenderán.

Noticias relacionadas

Simón: ¿por qué frente a tanto mal surge tanto bien?
Cultura · Isabella García-Ramos Herrera
Simón (2023) es la primera película venezolana en llegar a Netflix Latinoamérica y España, después de su nominación a los premios Goya como “Mejor película iberoamericana” y ser ganadora y nominada en otros certámenes como el Heartland International Film Festival, The Platino Awards for...
1 abril 2024 | Me gusta 5
Tomarse a Dios en serio
Cultura · Antonio R. Rubio Plo
Ha llegado a mis manos un interesante libro "Tomarse a Dios en serio", escrito por Joan Mesquida Sampol, un funcionario de la Administración balear, con formación jurídica y en ciencias religiosas. El título va acompañado de este esclarecedor subtítulo "La dificultad de creer en un Dios que no...
19 marzo 2024 | Me gusta 5
Chesterton, un hombre del pueblo
Cultura · Antonio R. Rubio Plo
Este año se cumple el 150 aniversario del nacimiento de Gilbert Keith Chesterton y el paso del tiempo solo sirve para subrayar la genialidad y la capacidad de intuición de un escritor que no puede ser reducido a la caricatura de un catolicismo militante....
21 febrero 2024 | Me gusta 1