Los desafíos que le esperan al presidente Macri
Mauricio Macri, líder del Frente Cambiemos, es el nuevo presidente de Argentina, tras ganar las elecciones desde los primeros instantes que siguieron al cierre de las urnas, con diferencias que alcanzaron hasta los nueve puntos en ciertos momentos de la segunda vuelta frente a Daniel Scioli, candidato del kirchnerista Frente para la victoria. Muchos definen la del 22 de noviembre como jornada histórica y la comparan con la cita electoral que en 1983 decidió el retorno de Argentina a la democracia tras los tristes acontecimientos de los años setenta. Porque el país, después de 30 años de poder absoluto por parte del menemismo primero y del kirchnerismo después, dos derivas del movimiento peronista, ha vuelto a vivir como una república abierta a la contribución de todos, sin discriminaciones que han provocado en estos últimos 13 años divisiones que han desembocado en odio y han fracturado Argentina.
Sin duda, el camino del nuevo presidente no será fácil. Tendrá que afrontar en primer lugar el problema de los fondos de inversión americanos generados tras la emisión de los famosos bonos Tango, por lo que tendrá que dedicarse a reactivar la economía abriéndola a inversiones extranjeras. El banco central ya casi ha agotado sus reservas, que en los días previos a la segunda vuelta se desangraron por el anuncio de una futura emisión de 25.000 millones de dólares a un cambio de 10 pesos a partir de marzo. Una auténtica bomba que el ingeniero Macri tendrá que desactivar. Otras prioridades son la seguridad, la lucha contra el narcotráfico y la corrupción, así como la pobreza, que ha llegado al 23% y que el nuevo presidente ha prometido reducir a cero.
Como se puede ver, hay muchísimo trabajo que hacer, pero al menos lo facilitará el hecho de que muchos gobernadores provinciales, así como alcaldes de las ciudades principales, son miembros del partido presidencial.
El movimiento peronista es el gran derrotado en estas elecciones, pues no solo ha perdido la presidencia sino también muchos feudos que le pertenecían desde hace décadas, como por ejemplo la provincia de Buenos Aires. Pero la verdadera crisis es interna, pues se ha presentado dividido a causa del ostracismo kirchnerista y su extremismo ideológico. Ya está abierta la carrera en busca de un nuevo líder que sepa ganarse la confianza de la gente, que inevitablemente se ha cansado de todos estos años de oligarquía kirchnerista que, con su ficción del país de las maravillas, ha mentido y confiado en la ingenuidad de un electorado que en cambio lo ha castigado duramente.
Argentina, Venezuela, Brasil: tres naciones dotadas de políticas populistas llegan a su meta. Los últimos escándalos de Petrobas están poniendo de rodillas al gigante latinoamericano, mientras que los sondeos de las elecciones del 5 de diciembre en Venezuela dan por perdedor al líder chavista Maduro.