Los casos de Álvarez Paz y Arria

Mundo · A.C. Democracia y Desarrollo
COMPARTIR ARTÍCULO Compartir artículo
| Me gusta 0
16 mayo 2010
En las últimas semanas se han producido hechos que demuestran que Chávez comete errores políticos garrafales. En efecto, la prisión a la que ordenó condenar a Oswaldo Álvarez Paz trajo como consecuencia una reacción nacional e internacional jamás imaginada por el hombre fuerte de Miraflores. Por otra parte, al ordenar que una finca propiedad de Diego Arria fuera saqueada por funcionarios de su gobierno, maltratando al personal que allí prestaba servicios y tratando de fomentar con ello el terror entre los propietarios de fincas, logró que se levantaran voces de protesta de gobernantes y personalidades internacionales conscientes de la necesidad de respetar los derechos de propiedad. Ante tales situaciones y como era de preverse, a Chávez no le quedó más que ordenar la inmediata libertad del primero, bajo la condición de que debía presentarse al juez cada quince días, prohibiéndole la salida del país, así como referirse al tema que lo llevó a prisión. En cuanto al segundo, ha optado por no ordenar su detención, no obstante que Arria ha hecho declaraciones tanto o más duras que las que provocaron el sometimiento a juicio y prisión de Álvarez Paz.

La explicación de los errores cometidos por Chávez es que subestimó la trayectoria de Oswaldo Álvarez Paz en la vida política nacional. En efecto, no obstante haber sido presidente de la Cámara de Diputados, gobernador del estado petrolero del Zulia y candidato presidencial, redujo su actividad a columnas críticas en diarios del país y del exterior. Esta prisión ha catapultado la figura del líder demócrata cristiano, al punto de que muchos lo consideran como posible oponente de Chávez en las elecciones de 2012, con grandes probabilidades de éxito, vistas las manifestaciones que por su libertad se dieron en muchas partes del país, el persistente reclamo de los medios de comunicación en el mismo sentido y las críticas que provocó la conducta del régimen. A su salida de prisión, sus primeras palabras fueron para los que compartieron con él los rigores de la cárcel por motivos políticos, a quienes ofreció hacer todos los esfuerzos a su alcance para que se haga justicia y sean puestos en libertad. Algunos de los presos han sido condenados a penas de treinta años de presidio, por haber hecho frente a los pistoleros del régimen, el 11 de abril de 2002.

En cuanto a Diego Arria, jamás pensó que el hombre que había sido gobernador de Caracas, embajador ante Naciones Unidas, presidente del Consejo de Seguridad y asesor del secretario general de Naciones Unidas, conservara inmenso prestigio en la comunidad internacional, al punto de que las críticas a la conducta de Chávez han repercutido en múltiples sectores y el prestigio del gobernante venezolano se ha visto enormemente debilitado. Arria declaró que contra él habían elaborado un expediente y, como apreciaron que no era suficiente para callarlo, decidieron quitarle su finca "La Carolina". "El presidente Chávez no me atropelló: me está robando", manifestó Arria. Gran preocupación ha causado al teniente coronel la promesa de Arria de llevarlo al Tribunal Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad. Aconsejó a los militares venezolanos que leyeran detenidamente el Estatuto de Roma. Arria está promoviendo un frente nacional en defensa de los afectados por expropiaciones.

Noticias relacionadas

Los datos de la ciencia frente al derecho al aborto
Mundo · Nicolás Jouve de la Barreda
Para quien lleva décadas defendiendo la importancia de los datos científicos para el establecimiento de normas o leyes jurídicas justas y respetuosas con la vida humana resulta demoledora la decisión que acaba de adoptar un Congreso conjunto de diputados y senadores franceses celebrado en...
18 marzo 2024 | Me gusta 3
A la espera del alto el fuego
Mundo · Claudio Fontana
La muerte, el trauma y la destrucción siguen marcando la vida de los palestinos de Gaza y de los rehenes que siguen en manos de Hamás....
13 marzo 2024 | Me gusta 1