`Lo mejor de Santos, el llamamiento a la unidad nacional`

Santos, tras su victoria, ha hecho un llamamiento a favor de la unidad nacional y ha lanzado un aviso a las FARC, ¿qué importancia tienen estos dos pronunciamientos?

El llamamiento a la unidad ha sido lo mejor que ha propuesto Santos y ya lo empezó a llevar a cabo. Esto responde a la necesidad sentida, y urgente, que tienen los colombianos, de tener un propósito común, en un momento en el que las tensiones y confrontaciones entre diversas fuerzas sociales, e incluso entre los poderes públicos, se ha venido intensificando notablemente. Este llamamiento tiene repercusiones en la acción de los partidos políticos en el Congreso de la República, pero de ninguna manera se debe circunscribir a la mecánica parlamentaria. Algunos columnistas de la oposición al presidente Uribe han escrito que la participación del Partido Conservador, Cambio Radical y el Partido Liberal (que conforman el 75% de la representación parlamentaria) dentro del Gobierno de Unidad Nacional, le daría mayor margen de gobernabilidad al presidente electo con relación a la influencia que eventualmente pudiera ejercer Uribe. Este análisis es reduccionista y olvida que dentro del proceso de Unidad están participando fuerzas de la sociedad civil, como la confederación sindical que preside Julio Roberto Gómez, la cual converge con los gremios que unánimemente han expresado su apoyo a Santos. La Iglesia, por su parte, también ha puesto de relieve la importancia de esta convocatoria. Es de recordar que en los momentos críticos de la vida nacional han surgido movimientos de unidad nacional, con benéficos resultados para el país. De hecho, los países con conflictos internos como el colombiano sólo salen de ellos a través de gobiernos de unidad nacional.

El llamamiento a la unidad y la respuesta multitudinaria por parte de la ciudadanía y de las fuerzas políticas, representada en la más alta votación de la historia electoral del país, centuplican el alcance y la fuerza del pronunciamiento de Santos frente a las FARC, al ELN, a los paramilitares y a
todos aquellos que sumen al país en el terror, financiados por el narcotráfico.

Juan Carlos Echeverry será el ministro de Hacienda, ¿qué política económica cabe esperar?

Echeverry forma parte de un equipo que viene trabajando desde hace tiempo con el presidente electo, ya que durante la administración de Andrés Pastrana fue director de Planeación Nacional (Departamento estratégico en el desarrollo de la economía) mientras que Angelino Garzón (vicepresidente electo) era el ministro de Trabajo y Santos era ministro de Hacienda. Este
mismo será el equipo que dirija la economía del país. De hecho, ya se nota que, sin distanciarse de las políticas que se han venido dando desde hace ocho años, se está haciendo un énfasis importante en la creación de empleo, alejándose del neoliberalismo radical.

Por esto, el lema de Santos, de trabajo, trabajo y más trabajo, va a ser el hilo conductor de la política económica. Tiene la intención de transformar 500.000 empleos informales en empleos formales y de generar dos millones de nuevos empleos, así como de reducir en proporciones significativas la pobreza y la indigencia. Esto implica que el ministro será el encargado de llevar esto a cabo.

¿De qué modo puede preservar la herencia de Uribe?

Santos ha reafirmado la continuidad de la Seguridad Democrática, la inversión extranjera y lo que Uribe ha llamado "cohesión social", que consiste en programas focalizados en población vulnerable. Sin embargo, ya se han dado fuertes indicios de una nueva manera de gobernar, evidente en la relación con el Congreso, con las altas Cortes y con los partidos de oposición. Y si bien la búsqueda de unas buenas relaciones con todos aquellos  que tuvieron enfrentamientos con Uribe podría eventualmente distanciarlos, el legado de los últimos ocho años se mantendrá y se trabajará a partir del mismo.

Ha tendido también la mano a Venezuela y Ecuador, ¿es posible un cambio en las relaciones con los vecinos?

Es claro que habrá un cambio en la forma de tratar los problemas, pues Santos tendrá como eje la vía diplomática y difícilmente entrará en confrontaciones personales con los demás presidentes. Esto implica que se retomará, nuevamente, el camino del Derecho Internacional para superar las
dificultades que se encuentren.