Libia 2011: la ocasión de corregir el error de Iraq en 2003
"Es vergonzosa la falta de reacción colectiva de la UE, especialmente dolorosa porque muchos países europeos están desplegando buques de guerra y aeronaves militares sin ninguna coordinación -sostiene Tafalla-. La ineptitud de la baronesa Ashton es cada día más evidente". ¿Pero es conveniente una intervención militar de Occidente? Justo Lacunza, rector emérito del Instituto Pontificio de Estudios Árabes, con toda una vida dedicada a la cuestión, asegura que hay que ser muy prudentes. "Una intervención de tropas occidentales serviría para que Gadafi hiciera propaganda contra Europa y Estados Unidos, y eso alimentaría a Al Qaeda". "No podemos cometer el mismo error que en Iraq, allí no había Al Qaeda y las cosas se hicieron tan mal que se propició que se instalara", añade Tafalla.
Lacunza está convencido de que el paradigma ha cambiado en el mundo árabe y que Al Qaeda está perdiendo terreno. "Los jóvenes que se han levantado en Libia y en otras partes del Magreg están hartos de ideología, de la ideología del insoportable Libro Verde de Gadafi y de la ideología de Al Qaeda. Quieren trabajo, dignidad y libertad. Y miran sin recelos a Europa", afirma gesticulando con unas largas manos. Este padre blanco de melenas níveas y apariencia de físico loco está convencido de que Occidente está mirando la revuelta del mundo musulmán con viejos esquemas. "Creemos que el islam es algo monolítico y hay muchas formas de islam, también en el islam europeo, en el islam de España". Está convencido de que es necesario "que las nuevas generaciones del Magreb perciban que Europa les apoya".
Entonces, ¿qué hacer? Jesús Argumosa, general de División también retirado, sostiene que "podemos estar enfrentándonos al tercer gran genocidio de los últimos 20 años. El primero fue el de Ruanda, el segundo el de Kosovo y el tercero puede ser el de Libia. Gadafi quiere morir matando". En Kosovo hubo intervención sin el amparo de una resolución del Consejo de Seguridad. "En este caso una resolución del Consejo de Seguridad -añade Argumosa- sería complicada porque los rusos y los chinos se oponen. China teme que las revueltas que se están produciendo en el mundo islámico lleguen a afectarle. Tiene el mismo miedo a Internet que Mubarak". China sólo cambiaría de actitud por razones prácticas, necesita seguir comprando petróleo y no quiere enemistarse con el nuevo gobierno. "La opción militar más obvia es emplear medios aéreos propios, sin necesidad de poner en suelo libio tropas de entidad occidentales. Declarar no-fly areas y corredores aéreos seguros, creando desde el aire ‘santuarios' que den cierta seguridad a los elementos anti-Gadafi", insiste Tafalla.
El almirante está convencido de la necesidad de la intervención aunque no haya resolución del Consejo de Seguridad. ¿Y tras la caída de Gadafi? ¿Es real el peligro de que el país se fragmente en varios estados fallidos al estilo de Somalia? "Ésta es otra preocupación que nace de la ignorancia -responde Lacunza-. La Libia tribal ha dejado de existir, las nuevas generaciones han nacido y vivido en una nación, con una lengua común en la que las tribus son cosas del pasado". "Lo fundamental es que perciban que estamos de su lado, que compartimos su deseo de libertad, ése es el mejor antídoto contra Al Qaeda", remacha. Quizá no exista la necesidad de elegir entre democracia y seguridad.