Larga agonía
El primer fiasco de esta liga va de blanco. Fue volver de Alemania y comenzar a pensar en la final de la Champions. Nunca el título más añorado por club y afición estuvo tan cerca desde que se logró la novena. Pero aquí se presentan varios interrogantes: un gigante como el Madrid, ¿tiene que renunciar a una competición para centrarse en la otra? ¿Por qué cuando se necesita a todos enchufados aparece reiteradamente una falta de actitud? ¿Hay que buscar responsabilidades por la planificación deportiva? Todas estas preguntas pueden dejar de existir o no en tan solo noventa minutos. Porque la Décima o todo lo cura o su pérdida lo acentúa.
El Atlético, con permiso del Madrid, se centra en la última final liguera, siendo el equipo más regular y fiable 37 jornadas después en esta competición. Pudo ser campeón pero Caballero a mano cambiada desvió un gran disparo de Adrián. A morir en el Camp Nou sabiendo que de tres posibles resultados le valen dos. Se acabó el partido a partido. Toca entonar el “Final a final”.
Así de loca está esta liga. El Madrid revivió al Barça. Pero éste no deja de agonizar en cada campo. El cambio de ciclo queda cercano y está visto que es necesario. Pero ni por esas. La liga le brinda a los culés una oportunidad histórica. Regenerar al equipo ganando la liga. Ciertamente me cuesta pensar que esto sucederá. Pero noventa minutos jugando como local y la afición apretando lo pueden hacer más factible.
Las últimas jornadas nos traen esas tardes de radio con varios partidos a la vez. Hacía mucho tiempo que una liga no era tan vibrante. Desde hace varias semanas, todos aquellos imposibles comenzaron a suceder. España llevaba tiempo esperando una temporada así. Un año de Madrid y Barça terrenales. Y un invitado a tocarles el orgullo. Sin alirón hasta el último día, siéntense y disfruten.