`La partitocracia se resiste a desaparecer`
Tras la investidura fallida de Pedro Sánchez, ¿cómo valora la situación que se ha generado?
Es una situación muy incierta. Mientras siga Mariano Rajoy, y el inmovilismo puro y duro que representa, al frente del partido Popular, es imposible una amplia coalición entre quienes operan dentro de los parámetros de la Constitución. También lo es mientras siga Pedro Sánchez, con su querencia al Pacto del Tinell, liderando al PSOE. Ambos se han enrocado.
¿Cómo definiría el contexto político actual? ¿Se podría decir que estamos ante una segunda transición?
Es el bloqueo de una partidocracia que se resiste a desaparecer. Para que avance una segunda transición hay que tener claro hacia dónde se quiere ir. Lo urgente es regenerar la vida pública y se ha de poner fin a la endogamia y a la red clientelar de los aparatos políticos.
En una entrevista para este periódico el hispanista Stanley Payne hablaba de que en la transición “existe un deseo positivo” que hace posible la transición política. ¿Qué le parece esta afirmación? ¿Hemos perdido este “deseo positivo” definitivamente los españoles?
Tiene razón Payne y no creo que esté todo perdido. Pienso que los españoles desean un sistema político abierto que rinda cuentas limpiamente ante el electorado. La transición política ha de tener como metas una separación de poderes real y una ley electoral radicalmente distinta a la de las actuales listas cerradas y bloqueadas.
¿Por qué tantos jóvenes se dejan llevar por corrientes populistas? ¿Estamos ante un problema educativo?
Sin duda, a juzgar por el fracaso escolar, hay un problema educativo. Pero el populismo lo fomenta con esa letal combinación de brechas sociales y de falta de ejemplaridad en los estamentos políticos.