La Mesa de Unidad Democrática
Los analistas reconocen la legitimidad de tales motivaciones cuando se trata de un escenario democrático, no frente a un régimen que avanza aceleradamente en la imposición de una dictadura militar modelada por Fidel Castro. Han venido señalando también que el término "oposición" trasmite la imagen de una puerta cerrada para el inmenso contingente de simpatizantes de Chávez que disienten del proyecto dictatorial o se sienten defraudados por la ineficiencia y corrupción del régimen. La recién constituida Mesa disipa tales inquietudes. En su presentación y actuación pone de relieve una propuesta de unidad nacional, posible y auténtica, abierta a todos los venezolanos que anhelan convivir pacíficamente en un clima de libertad y tolerancia. Una propuesta que trasciende lo electoral e invita al diálogo sobre la realidad actual y los consensos necesarios para el cambio sin violencia, dentro de los parámetros de la Constitución vigente. Más allá de la propuesta, los líderes de la Mesa se despliegan por todo el territorio, formando estructuras similares en los Estados. Afirman que al finalizar el año la organización funcionará en todo el país, como una inmensa red social de solidaridad activa, que mediante el diálogo sobre asuntos locales, regionales y nacionales vaya conformando una alternativa nacional de cambio. Los dirigentes de la MUD niegan que el objetivo sea constituir un partido único de oposición, pero Chávez teme que la Mesa puede convertirse en seria amenaza a su régimen, pues de tener éxito se consolidará una fuerza organizada, mayoritaria, de contención a sus actuales desafueros y con potencialidad para impedir la presidencia perpetua que le obsesiona.
La reacción del presidente ha sido colérica y poco original. Explicó su extraña ausencia en la toma de posesión del nuevo presidente de El Salvador con el alegato de un intento de magnicidio. "Los enemigos de la revolución deben dar gracias a Dios porque los servicios de inteligencia detectaron el complot. De no ser así, el pueblo vengaría mi muerte con la de miles y miles de oligarcas". Un diario reseñó 42 denuncias de magnicidio, sin que hasta ahora se hayan mostrado pruebas, identificado y enjuiciado a los supuestos responsables. Sobre la MUD afirmó que se trata de una conspiración inspirada por el imperio, que su verdadero propósito es la desestabilización política. La Asamblea Nacional pide el enjuiciamiento por "desestabilizadores y traidores a la patria", en unos casos por "narcotraficantes y terroristas", en otros, de los gobernadores y alcaldes de oposición que triunfaron el 23 de noviembre pasado, de dirigentes de partidos y periodistas, con énfasis especial en el cierre de Globovisión y el encarcelamiento de Guillermo Zuloaga, el presidente del canal.