La maldición de Rookford

Estamos en los años veinte, y una mujer se dedica a destapar los fraudes que se esconden detrás del boom de esoterismo que se vive en Londres. Ella es una positivista que rechaza cualquier realidad que no sea la puramente material. Un día le piden que vaya a investigar un internado, en el que los niños dicen que se les aparece un fantasma.
La película empieza regular, luego mejora, para precipitarse en los abismos en el tramo final. Copia lo que hemos visto en mil películas recientes, y usa todos los tópicos del género, incluido el guardés de cara siniestra que pasea por el jardín en actitud sospechosa. También se hace ecos del cine de terror japonés con un más allá vacío de trascendencia. Tampoco falta el rollito sexual y el desenlace de melodrama gore.