´La Isla de los Museos de Berlín es la mejor rehabilitación que se ha hecho en Europa en los últimos años´
Veinticinco años de la caída del muro de Berlín también han supuesto una importante modificación urbanística. Vamos a hablar del Berlín anterior a la caída del muro y la del Berlín posterior. Hablamos con Luis Tena, profesor de Arquitectura en la Universidad de Navarra.
¿Cómo era el Berlín anterior a la caída del muro? Allí se hicieron algunos experimentos, algunas construcciones en la Avenida Stalin, que luego fue Avenida Karl Marx con el objetivo de mostrar que se trabajaba a favor de la clase obrera. ¿Cómo eran los dos Berlines antes de la caída del muro?
Era una situación bastante excepcional porque Berlín era una isla en el reparto de lo que quedó después de la Segunda Guerra Mundial. Estaba en el medio de la parte este. Hubo un reparto general que estuvo en función de los últimos acontecimientos de la guerra. Los rusos dominaron la mayor parte pero los aliados también llegaron a Berlín. Entonces se llegó a un acuerdo de hacer una isla repartida entre los tres aliados (Francia, Inglaterra y Norteamérica) la parte rusa. Lo que sucedió en la posguerra, lo que se conoce como la Guerra Fría, es que se unificó la forma de vida y el control de la zona oeste, y en cambio la zona soviética se quedó en contacto con la Alemania soviética. El origen medieval de la ciudad son dos pequeños ámbitos junto al río Spree que se unificaron y constituyeron el núcleo original de Berlín. En el reparto la división deja la mayor parte de esta zona histórica en la parte soviética. En la parte occidental quedó la zona de a partir del Barroco, y allí se montó el nuevo núcleo de la ciudad, donde está el zoológico, la iglesia de la memoria, que fue el centro del Berlín occidental y el escaparate de las bondades de Occidente. En la zona oriental plantearon un desarrollo que consiste en la arquitectura stalinista, caracterizada por la monumentalidad, que era también una zona excepcional dentro de todo Berlín este, donde en teoría estaban las mejores tiendas de la zona oriental, estaba el cine, había incluso bares. Era una calle que yo visité y me impresionó mucho porque era como entrar en una especie del túnel del tiempo.
Veinticinco años después, Berlín es muy diferente, Foster ha remodelado el Reichstag, se ha reformado el Museo Judío, ¿qué destacarías del nuevo Berlín?
Ha habido como dos tipos de políticos. Una es la testimonial y simbólica de los grandes hitos, que por supuesto es el Reichstag. Luego en el sur del Tiergarten había una zona muy interesante, con edificios de posguerra, se ha hecho un desarrollo de la iniciativa privada, de las grandes marcas alemanas, que han desarrollado una zona que tiene bastante interés por la gente que ha participado, pero yo no diría que es lo mejor que tiene Berlín. Yo diría que lo mejor que se ha hecho en Berlín, y se ha hecho estos últimos cinco años, es la recuperación de la Isla de los Museos, que quedaba en la parte este, el nuevo museo yo creo que es la mejor obra que se ha hecho en Berlín, y posiblemente en Europa, de rehabilitación en los últimos tiempos. Esa isla del río Spree, que es el origen de la ciudad de Berlín, ha quedado como un conjunto muy impactante, yo creo que es lo mejor que hay, con mucha diferencia.