La expropiación es injustificable
No obstante lo anterior,creo que tu acertado acercamiento al problema no debería evitarnos, como diceel refrán, "coger el toro por los cuernos": la expropiación de una compañía (enparticular, la de una compañía cotizada), en una economía de mercado, esinjustificable como colofón a los argumentos que expones. Sencillamenteinjustificable. Y pone a vuestro país en el foco internacional de lainseguridad jurídica, por la que en el Cono Sur (con pocas y deshonrosasexcepciones) venís trabajando (parecía que denodadamente) en los últimos años.Si vuestros políticos decidieron vender una compañía estatal que producíabeneficios, habrá entonces que pedirle cuentas a esos políticos, ¿no crees?Casualmente, parece que los que entonces vendieron (y cobraron) y ahoraexpropian (y se muestran reacios a pagar) son casi los mismos.
Coincidirás conmigo, amigo Horacio, que laestampa de Axel Kicillof, viceministro de Economía de tan solo 30 años, antiguodirigente de La Cámpora y carilindo patilludo de la Kirchner,dando lecciones de economía al mundo entero, resulta kafkiana; y más quefavorecer la idea de que se trata de un asunto imperativo nacional, apoya laimpresión de que parece tratarse de un simple negocio, o de una vendetta,o de ambas cosas al tiempo.
Acabamos asimismo de saber que el presidente EvoMorales ha decidido expropiar la filial boliviana de Red Eléctrica Española,resbalando por la misma senda por la que ya rueda el affaire YPF. Yno solo eso, sino que se ha usado en este otro caso un discurso familiar, puesse trataría también de "garantizar el suministro estratégico nacional". ¿Ves,amigo Horacio? Los extremos se tocan, y aquellos Estados en los que lospolíticos resultan (de hecho) más incapaces de garantizar la prosperidad delpueblo, son los que ahora se convierten en robinhoods delpueblo, en campeones de la justicia popular (y populista): expoliemos al rico,al explotador, al gallego… Siempre, faltaría más, para el bien delpueblo.
Pero verás, amigo Horacio, que el bien delpueblo no llegará, nunca llega. Por y para el pueblo, pero sin el pueblo. Quizásirva solo como excusa para hacer negocio con los chinos, o con los americanos(del norte), o con los árabes. El pueblo seguirá empobrecido y engañado,hablando de fútbol en los bares.