La estrategia de la violencia
En un diario caraqueño le preguntaron si el calificativo se refería al Rey Juan Carlos, participante en el evento, y al presidente Zapatero, quien lo clausuró. La respuesta fue una acusación al director, Miguel Henrique Otero, de complicidad en actividades conspirativas. Justamente, una de las denuncias presentadas por los periodistas venezolanos en la reunión de la SIP es la amenaza contra Otero y Alberto Ravell, quien dirige Globovisión, de juicio penal por supuesta participación en proyectos conspirativos vinculados a un plan para asesinar al presidente. Amenazas similares produce a diario el régimen militar contra los directivos de medios televisivos o escritos que insisten en ejercer los derechos de información y expresión que consagra la Constitución.
Diarios independientes coinciden en que el verbo presidencial, cargado de adjetivos y descalificaciones, tiene que ver con las encuestas, según las cuales es evidente "la fragilidad de la estructura hegemónica de poder creada por Chávez", quien "intenta posicionar una agenda de debate en torno a sí mismo con discursos agresivos y amenazantes". Según Tal Cual, el insulto en el discurso de Chávez es su manera de confrontar a los adversarios, y ha llegado a niveles delirantes porque las encuestas cada vez les son más desfavorables, a lo cual se agregó el desplome de precios del petróleo, de los bonos venezolanos y el nivel de récord mundial del riesgo-país.
En los mítines Chávez se expresa en términos tales de quienes se oponen a los candidatos por él escogidos para las gobernaciones, que los reporteros se excusan de reproducir por respeto a los lectores. En el Zulia calificó de "imbécil" al candidato de la oposición. Para Manuel Rosales, el actual gobernador, reservó los términos "desgraciado, bandido, hampón, cobarde". A esas expresiones agrega las de "traidores, sinvergüenzas, ladrones, vendidos al imperialismo", para los militantes del PSUV que resolvieron enfrentar a sus ungidos, como en el caso de Barinas, el estado natal, donde postuló a su hermano Adán. A los socios del Partido Comunista y del PPT, que en protesta contra el nepotismo se atrevieron a lanzar candidaturas propias, los amenaza además, con "pulverizarlos, barrerlos de la faz de la tierra".
Diversas instituciones han manifestado preocupación por el efecto del estilo presidencial en cuanto constituyen llamadas a la violencia. Advertencia pertinente, pues uno de los grupos radicales del chavismo, asumiendo su identidad mediante panfletos, atacó con bombas lacrimógenas las instalaciones de Globovisión. La impunidad que les ampara les llevó a otro acto de violencia que ha suscitado indignación general. La sede del periódico El Nuevo País y de la revista Zeta fue atacada con bombas lacrimógenas, así como la casa de un productor de televisión. "Los responsables se trasladaban en motos e hicieron su ataque de la misma forma que lo ejecutaron en contra de la sede de Globovisión", declaró una de las periodistas presentes. El grupo agresor dejó un comunicado en el que se acusa a Rafael Poleo, editor de ambas publicaciones, de llamar al magnicidio y se le declara objetivo militar. "Es la respuesta revolucionaria a las agresiones contra nuestro comandante", dice el comunicado dejado por el grupo que se atribuyó la autoría.