`La decisión de Moody`s podría adelantar la subida de tipos de interés`

¿Por qué ha rebajado Moody's la calificación de España?
Efectivamente, Moody´s ha rebajado la calificación de la deuda española de Aa1 a Aa2, con perspectiva negativa. Es la respuesta a la previsible evolución del comportamiento de los mercados de deuda ante solicitudes españolas. Aunque no debe olvidarse que tal calificación considera a la Deuda Pública como de "alta calidad", con riesgo de crédito muy bajo, pero con un potencial de mayor riesgo a largo plazo. No es una buena noticia, aunque no debemos olvidar que algunas de las decisiones de las Agencias de Calificación de Riesgos, en especial las que se adoptaron al inicio de la actual crisis financiera, fueron posteriormente criticadas por el comportamiento real de los mercados. Por otra parte, poco puede hacerse ante este anuncio, pues las Agencias tienen libertad y autonomía para exponer sus propios criterios al margen de lo que piensen las instituciones afectadas.
¿Qué efectos genera una decisión así?
Una decisión de tal naturaleza genera muchos efectos:
– en los mercados de valores. Este jueves el IBEX 35 abría con una caída del 1,15% y este porcentaje era muy superior en valores de ciertas empresas, alguno de los cuales superaba el 2%, efecto al que se unirá el previsible comportamiento del eurodólar y la evolución del barril de petróleo, por encima ya de los 116 dólares.
– mayores costes del endeudamiento a partir de este momento, lo que presionará sobre las cuentas públicas y también sobre cualquier institución privada que desee financiación.
– estimulará la toma de decisiones más duras por el Banco Central Europeo, que finalmente podría adelantar las anunciadas subidas de los tipos de interés.
– adopción de políticas menos expansivas ante la evolución de los planes de rescate de las entidades financieras.
El anuncio de Moody's coincide con la visita que la ministra Salgado y el gobernador del Banco de España hacen a Estados Unidos, ¿puede afectar la rebaja a las expectativas de la visita? ¿Por qué?
Creo que el anuncio y la visita de las autoridades españolas a Estados Unidos no tienen por qué guardar relación. Pero es algo que desconocemos a ciencia cierta. Lo que sí es evidente es que la decisión de Moody´s tendrá su impacto en los resultados de esta visita. Y ello, por varias razones. La primera, por la desconfianza adicional que genera una visita oficial -una vicepresidenta de Gobierno y el gobernador del Banco Central-, que no constituyen, por alguna de las últimas decisiones adoptadas, una objetiva referencia de coherencia y buen sentido en decisiones financieras de importancia. Produce siempre mejor impresión la representación de instituciones públicas -gubernamentales- o privadas de reconocida solvencia y buen hacer en la toma de acuerdos relativos a los mercados. La segunda razón es la incertidumbre de la evolución real de la Deuda Pública Acumulada, tanto del Estado como de las Comunidades Autónomas y Corporaciones Locales, sobre cuyas cifras se mantienen algunas reservas. Por último, porque no se conoce un verdadero plan de racionalización del gasto público, que contemple un programa creíble de reducción de recursos humanos, materiales y financieros a asumir por las actuales autoridades, que día a día nos ofrecen muestras de derroche y exceso. Por ejemplo, el propio Boletín Oficial del Estado acaba de publicar una Resolución del Ministerio de Trabajo concediendo subvenciones por más de 35 millones de euros para programas de integración de inmigrantes en el cuarto trimestre de 2010. Pero unas páginas más atrás, otras del Ministerio de Economía en las que una vez más, y con frecuencia semanal, solicitamos financiación, en cifras considerablemente superiores, a los mercados financieros. ¿No sería el momento de racionalizar también estas prestaciones, ajustándolas a la situación presente de nuestras finanzas y limitándolas a aquellas de estricta solidaridad y compromiso?
La agencia también ha rebajado el Rating del Fondo de Reestructuración Bancaria. ¿Por qué?
Las necesidades del Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB) están implícitas en las del endeudamiento público español, que se estiman superiores a las que inicialmente se han evaluado. Las autoridades estiman que se limitarán a 20.000 millones de euros, pero la propia Agencia Moody´s las sitúa en la banda de 40-50.000 millones de euros. Por otra parte, la propia vicepresidenta y ministra de Economía anunciaba que si hubiere necesidades de mayores recursos, serían igualmente atendidas, hecho que avala la posición de la Agencia al estimar mayores desembolsos para salvar el sistema financiero.
¿Qué tiene en cuenta una agencia de calificación para subir o bajar la calificación?
Las Agencias de Rating toman en consideración diferentes criterios a la hora de emitir una calificación. Aunque, como decía al principio, ha habido momentos de publicidad de valoraciones que no se correspondían, por elevadas, con la objetiva situación interna de la entidad afectada. Había algún que otro conflicto de interés. Pero, en general, se rebaja una calificación cuando existen dudas sobre la capacidad de financiación de nuestro Tesoro Público; por las incertidumbres del proceso de consolidación fiscal en que estamos implicados; y, naturalmente, porque la previsible evolución de la economía en 2011 y 2012 no es precisamente satisfactoria. No hemos de olvidar que las variables macroeconómicas con que se elaboraron los Presupuestos Generales del Estado para 2011 se han alterado en la realidad. Basta un solo ejemplo. El precio del barril de petróleo, valorado en 80 euros, como promedio, y que ahora se encuentra a 116 euros, con una expectativa difícil de formular con la situación que tenemos en el norte de África. Por otra parte, si la evolución de las economías se encuentran con un entorno más complicado, la propia valoración que Moody´s ha hecho sobre las necesidades del FROB podrían extenderse sobre los 50.000 millones de euros, incluso, alcanzando cifras próximas a los 100.000 millones. Y todo ello se toma en cuenta. Además, no hemos de olvidar que en el fundamento de la reticencia a mantener la calificación anterior pesan tanto las necesidades de capital, derivadas de la elevación del 8 al 10% la ratio exigida, como las dudas sobre el verdadero impacto del riesgo inmobiliario, que se considera problemático en casi el 50% del montante actual. En todo caso, habría sido deseable conocer antes la situación de las Cajas, situación que ya ha hecho pública el Banco de España, pero que, probablemente, no habría hecho otra cosa que matizar la calificación.