La cuestión militar
Fresco aún el recuerdo de la "histórica" frase "quien no es chavista no es venezolano", así como su discurso en el inicio oficial de la campaña electoral y su alocución en el acto de ascensos de varios integrantes de la alta oficialidad, han determinado que la cuestión militar se haya convertido en tema de debate público. Al debate se integró el Dr. José Machillanda, profesor de sociología militar en la universidad Simón Bolívar, quien ha logrado despertar atención sobre lo que él denomina "Reconceptualización del Estamento Militar". Según Machillanda al militar se le forma para hacer la guerra. Es su oficio. En Venezuela, el presidente, en su prédica contra el imperialismo norteamericano, afirma que es inminente una guerra con EEUU, lo que ha producido, "una crisis del profesionalismo castrense", ya que los primeros que no creen en la posibilidad de esa guerra son los propios militares. Los potenciales guerreros se sienten sin ocupación, carecen de trabajo en la actividad para la cual fueron formados, no hay mercado para su profesión. Se encuentran, además, confundidos -por el asocio de los conceptos revolución-marxismo-, ideología que no comparten. Los militares, convencidos de que no hay en perspectiva una guerra con EEUU han caído en la crisis del profesionalismo, y con ella la disyuntiva de amarrarse al poder y su oferta de fácil enriquecimiento, o refugiarse en la institucionalidad que les ofrece la Constitución.
Chávez utilizó la fecha patria del 5 de julio, para hablar de los ascensos militares, la cuestión del Paraguay, el ingreso a Mercosur, y se valió de su condición de presidente de la república para hacerlo en cadena de radio y televisión, con lenguaje altamente polémico, logrando primera página en los diarios. El desfile militar del 5 de julio, en la Avenida Los Próceres, como parte de los actos conmemorativos de la declaración de independencia, lo describe con cierto sabor de humor negro una crónica de El Universal: Los del gobierno, en las gradas, decoradas con afiches de la campaña electoral. La tarea es aplaudir a Chávez sin ton ni son. El desfile se inició a las 12 y 30 pm y ya buena parte de la avenida estaba ocupada por gente del pueblo, en su mayoría acarreada desde el interior. El presidente llegó a las 2.30 pm. Cuando saludó a quienes se ubicaban frente a la tribuna presidencial se produjo la desbandada. "Ya lo vimos y mejor nos vamos porque nos pueden dejar los autobuses". El locutor observó la estampida y afirmó que grupos de oposición estaban saboteando el acto. Chávez ordenó a la Fiscal General que promoviera un juicio penal para sancionar a los autores del delito por irrespeto al Presidente y a la Fuerza Armada.