´La abdicación del Rey es una invitación a que el PSOE se renueve´

¿Ha sido un buen momento para abdicar?
La abdicación del Rey ha llegado en buen momento. Podría haberla realizado hace unos meses, o unos meses después, pero el último servicio a la democracia ha sido comunicar, expresar ante el pueblo a los pocos días de celebrarse las elecciones europeas, la necesidad de un cambio. Porque las pasadas elecciones significan la llamada a una renovación de la vida española en el plano político, cultural, social, económico, etc.
¿La llegada al trono de Felipe VI puede ser una ocasión para renovar el consenso que construyó nuestra democracia?
El Rey ha comprendido este relevo generacional, esta necesidad de cambios, naturalmente dentro del respeto a la Constitución, y ha obrado en consecuencia. “El primero que voy a cambiar soy yo. Por tanto, abdico, y sería bueno que ustedes me siguieran”. Los cambios que el Rey ha anunciado, y que se han seguido por los demás son para convertir el aspecto desilusionante en el que está sumida la vida española en general, en una nueva ilusión, afrontando sin verbalismos ni frases hechas los problemas que hoy preocupan a los ciudadanos y que han expresado en las elecciones europeas.
¿Existe en España apego a la monarquía en general?
El apego a la monarquía existe, porque no se es “monárquico” o “republicano” en abstracto. Ahora se exige un referéndum por una república, pero ese no es el problema. Se trata, con independencia de los monárquicos o los republicanos, que ambos son muchos, de que exista realmente una alternativa. Cuando llega la república en 1931, era una alternativa. Porque la monarquía se había contaminado con su apoyo a la dictadura, y porque frente a esa monarquía existía una alternativa real, a través de personas y a través de soluciones. A través de personas como Ortega y Gasset, como Gregorio Marañón, como Pérez de Ayala, en los partidos estaban también hombres como Manuel Azaña, Indalecio Prieto, Fernando de los Ríos, o algunos que habían sido ministros de la corona, como Alcalá Zamora, o Miguel Maura y la derecha liberal. ¿Dónde están ahora las propuestas que aportaban los republicanos y los hombres de prestigio que la expresaban por aquel entonces?
¿Cómo valora la posición del PSOE respecto de la ley de abdicación?
Es lógica. Es totalmente lógico que el PSOE acepte de forma natural la corona, por el hecho de que no hay otra alternativa, y también por el hecho de que el PSOE está implicado en esta democracia de forma rotunda y fundamental. Pero la abdicación también es una invitación a que el PSOE se renueve. No se trata solo de decidir el nombre del próximo secretario general. Se trata de sacudir cierta desgana que se observa tanto en los afiliados como en el electorado. Y por tanto, el PSOE, cuando se elija el nuevo secretario general, no solo debe escoger su nombre y sus cualidades, sino cuáles son las propuestas que debe hacer, qué aporta el partido a la sociedad, cuáles son las posibles soluciones a la crisis. Esto es fundamental, porque si no, la desilusión seguirá anegando la vida española.