Jumana Trad: `Los cristianos sirios son el chivo expiatorio` I

Pocas personas conocen mejor la situación de los cristianos en Oriente Próximo que Jumana Trad. La libanesa es presidenta de la Fundación Promoción Social de la Cultura, una ONG que trabaja sobre un terreno doliente y castigado.

Su fundación trabaja con los refugiados sirios en el Líbano. ¿Qué futuro les espera? ¿Cómo han influído las últimas amenazas de guerra?

La situación humanitaria en Siria es trágica. Ya son 100.000 las víctimas mortales de la guerra, en su mayoría civiles, a ello hay que añadir decenas de miles de personas desaparecidas, detenidas, heridas o discapacitadas. A fecha de hoy, el número de refugiados se eleva a más de 2 millones, representando un incremento de 1,8 millones de personas en 12 meses, y el de los desplazados internos asciende a más de 4,5 millones. Por todo ello este conflicto ha sido calificado por la agencia de la ONU para los Refugiados, como la gran tragedia de este siglo, una catástrofe humanitaria sin precedentes.

La llamada a la guerra de Obama, tuvo como respuesta inmediata el incremento de la población refugiada en los países de acogida que son principalmente en Líbano, Jordania, Turquía, Iraq, y Egipto.

Con un número creciente de refugiados, y un flujo diario de una media de 5.000 personas que cruzan cada día las fronteras, la comunidad internacional parece estar desbordada por el problema, las repetidas solicitudes de ayuda financiera para paliar al incremento de los gastos solicitado por el fondo de Naciones Unidas para los Refugiados Sirios se está quedando sin poder cubrir. Las necesidades son acuciantes y de todo tipo y los recursos escasean.

¿Qué está suponiendo la llegada de refugiados a los países limítrofes?

En algunos de los países vecinos, los que acogen principalmente a los refugiados, éstos suman ya más del cuarto de la población, como en el caso de Jordania y Líbano. Con este aumento brutal y tan rápido de sus poblaciones tienen que hacer frente a retos muy importantes, tales como la escolarización de los niños o a la situación sanitaria de los refugiados, con un riesgo muy alto de epidemias debido a sus condiciones de vida. Estos países no son ricos, sus poblaciones también tienen necesidades agudas, y han sufrido ya constantes flujos de refugiados debido a las constantes situaciones de guerra en la zona desde hace ya más de 60 años.

En el marco de esta crisis humanitaria, la FPSC, que trabaja en la región de Oriente Medio desde 1992, ha puesto en marcha desde el primer momento (marzo de 2011) una estrategia de ayuda humanitaria que se extiende a tres países (Jordania, Siria y Libano) y contribuye a aliviar el sufrimiento de miles de refugiados y desplazados sirios.

Esta campaña se está llevando a cabo en coordinación con los principales actores de ayuda humanitaria en la región que son principalmente (ACNUR, UNICEF, UNESCO, OCHA o ECHO). Se han llevado a cabo repartos de ropa entre los refugiados sirios en Jordania y de materiales de primera necesidad entre los desplazados internos en Damasco, se ha puesto en marcha un programa médico gratuito junto con el socio local Caritas Siria, y se están proporcionando prótesis, dispositivos de movilidad y servicios de rehabilitación a los refugiados sirios con discapacidad en prácticamente toda la región de Oriente Medio.

Se ha llevado a cabo un estudio sobre la puesta en marcha de un centro colectivo para refugiados en el Líbano, ya que en este país no se permite el establecimiento de campos de refugiados, y se está actualmente negociando con la Comisión Europea la puesta en marcha de un sistema sanitario para los refugiados sirios en Jordania. Para llevar a cabo todas estas intervenciones se está contando principalmente con el apoyo financiero de algunas agencias de Naciones Unidas así como de la Cooperación Española, pero también de muchos donantes particulares que quieren contribuir con su granito de arena.

En este sentido, y en el marco de un proyecto financiado por la AECID, se esta lanzando la campaña de sensibilización y recaudación de fondos “SIRIA: LLAMADA DE EMERGENCIA”. Con esta campaña se pretende sensibilizar la población española sobre este grave problema.

¿Qué le ha ocurrido a la minoría cristiana durante estos dos y medio de guerra?

La minoría cristiana de Siria está observando con mucha preocupación los últimos acontecimientos que se extienden por el país, sobre todo la radicalización de los rebeldes, temiendo por su supervivencia así como por su libertad religiosa y de culto.

Intentan apegarse a un perfil político neutral pero a pesar de ello están siendo cada vez más víctimas de las violencias sectarias, y según las palabras del presidente de Caritas Líbano, se han convertido en el “chivo expiatorio”, víctima de los ataques de los rebeldes y del régimen. Muchos de ellos han debido abandonar sus hogares por haber quedado en medio del enfrentamiento entre los grupos islámicos radicalizados y el sector alauita del gobierno. Muchos de ellos han buscado refugio en el Líbano donde les acogen las iglesias locales.

El testimonio de lo que ha pasado y está pasando en Iraq está muy vivo en su mente. Allí no solamente la población cristiana ha quedado reducida a un tercio, sino también la legislación puesta en marcha por el gobierno “democrático” de Iraq, discrimina a la minoría cristiana, y la deja en situación precaria y de impunidad frente a los sectores radicales del Islam.

Los cristianos sirios son alrededor de dos millones de personas, en su mayoría árabes, su presencia se remonta a los primeros siglos del cristianismo y pertenecen a 11 iglesias (ortodoxas, católicas, siriacas, armenias, etc…). La mayoría de ellos viven en Alepo, la segunda ciudad del país y la primera en número de cristianos, pero también en otras grandes ciudades como Damasco y Homs así como en otras aldeas y pueblos, algunos de ellos históricos como Maaloula, Saydnaya.

Homs está siendo una de las ciudades más castigadas por la guerra y según la agencia FIDES del Vaticano, ha perdido ya el 90% de su población cristiana, se calcula que unas 10.000 personas han sido echadas de sus casas a la fuerza por brigadas islamistas.

En cuanto a Alepo, se calcula que son 150.000 los cristianos que siguen allí presentes en una ciudad en guerrilla.

Sin olvidar los últimos intentos de echar de sus casas a los cristianos de Maaloula, una aldea emblemática, donde todavía se habla arameo, el idioma de Cristo, y que hasta ahora estaba a salvo de la violencia. No están tampoco a salvo de los secuestros, ni de la profanación de templos y lugares de culto.

La población cristiana de Siria se ha convertido en pocos meses en otra población mártir en esta zona del mundo como la de Iraq y de Egipto. No han faltado los muertos pero tampoco han faltado las actitudes heroicas de muchos de ellos. Los que se han quedado en Siria, están compartiendo, apoyando y ayudando a sus hermanos musulmanes que se encuentran en la misma situación que ellos. A nivel político, las comunidades cristianas están a favor de promover las propuestas de tregua y las soluciones pacificas.

Cabe preguntarse tal y como una mujer siria cristiana anónima ¿No hay ninguna opción política para Siria que no sea una dictadura o un Estado regido por la ley coránica? Probablemente no sólo los cristianos de Siria se estén haciendo esta pregunta sino también todos los ciudadanos no armados que conforman la ´mayoría silenciosa´ de esta nación y de todas las que la rodean.