Juan Carlos Calderón. La muerte de un gigante

En un país que acostumbra a reconocer a sus grandes cuando ya han muerto, Calderón llegó a tiempo para recoger en 2010 el Premio de Honor de la XIV Edición de los Premios de la Música, concedido por la Academia de las Artes y las Ciencias de la Música. Un galardón que, por cierto, Manuel Alejandro tenía desde 2008.

Juan Carlos Calderón (Santander, 1938) es recordado, sobre todo, por su composición de Eres tú, la canción con la que Mocedades quedó segundo en el Festival de Eurovisión de 1973 y de la que se vendieron un millón de copias en Estados Unidos en castellano. Se considera uno de los mayores éxitos de la historia de Eurovisión, siendo votado en una gala especial en 2005 como el decimoprimer mejor tema de los casi mil que habían pasado en los 50 años de certamen hasta la fecha.

Pero, siendo grande, Eres tú no es la mejor canción de Juan Carlos Calderón, ni siquiera la mejor que compuso para Mocedades, con los que trabajó durante muchos años. Entre 1969 y 1980 fue productor de todos sus discos y autor de muchos de sus temas, como Tómame o déjame, Quién te cantará, La otra España, Secretaria o El vendedor.

Por cierto que Calderón es el compositor español con mayor número de participaciones en Eurovisión, pues a Eres tú le siguieron Tú volverás (Sergio y Estíbaliz, 1978), La fiesta terminó (Paloma San Basilio, 1985) y Nacida para amar (Nina, 1990). Además, había ejercido de arreglista del La, la, la con el que Massiel ganó el festival en 1968.

El músico cántabro también repitió en la OTI, donde la siempre añorada Cecilia quedó segunda en 1975 con su Amor de medianoche, tan buena o más que Eres tú, y sus paisanos del grupo Bohemia participaron con otra de sus canciones en 1986.

Pero la lista de los intérpretes, españoles y latinoamericanos, todos de primerísimo nivel, con los que Calderón colaboró como compositor, productor o arreglista es casi interminable: José Manuel Serrat (para el que arregló y dirigió musicalmente el álbum Mediterráneo), Luis Eduardo Aute, Los Brincos, Nino Bravo (para quien compuso Cartas amarillas y arregló Libre y América, entre otras canciones), Camilo Sexto (que puso voz a sus temas Vístete de blanco y Perdona, perdona), Mari Trini, Miguel Ríos, Julio Iglesias, Ana Belén, Alberto Cortez, la venezolana Marlene, los mexicanos José José (Buenos días, amor; Ahora o nunca; Y siempre te vas) y Luis Miguel (que ganó su primer Grammy con Me gustas tal como eres, compuesto por el cántabro)…

Calderón hizo también de mago resucitando a algunos grandes artistas fallecidos en cuatro famosos discos de duetos: dos de Nino Bravo, uno de Cecilia y otro del mexicano José Alfredo Jiménez, al que nadie ha cantado como Chavela Vargas. Gracias a la técnica, sumó la voz de estos divinos a la de una serie de cantantes actuales.

Pero fue en el jazz donde el músico cántabro encontró el medio ideal para expresarse. Con su orquesta participó en festivales donde se enseñoreaban gigantes de la envergadura de Duke Ellington o Count Basie. En Estados Unidos conoció al célebre trompetista, músico y productor californiano Herb Alpert, para quién compuso una serie de melodías que se editaron en el disco Fandango (1982), entre ellas la canción que da nombre al disco y Route 101, que alcanzó el número 1 en las listas de jazz de Estados Unidos y un notable éxito en Iberoamérica y Japón.

Descanse en paz este gigante de la música española. La música celestial ya tiene un nuevo compositor y arreglista. Quintero, León y Quiroga lo habrán recibido con alegría, porque en el Cielo no puede haber envidia ni celos.