Italia entra en conflicto con Austria
Cuando el Gobierno italiano supo que la vecina Austria, ante la emergencia de la inmigración, tenía intención de controlar con una barrera el paso fronterizo del Brennero (situado en plenos Alpes), y que se iban a movilizar al menos 250 policías al tiempo que se colocaba una red de 370 metros, Matteo Renzi reaccionó de inmediato mostrando su profundo malestar. Más aún cuando supo que las autoridades austricas, que en nada se fían de las italianas, solicitaría el poder hacer controles en coches y trenes en territorio italiano.
En principio, el Gobierno austriaco piensa poner en práctica a finales de mayo estas medidas, consideradas ´inevitables´ por el líder de la formación de extrema derecha austriaca, Norbert Hofer, vencedor el día 24 en la primera ronda de las elecciones presidenciales. A lo que Renzi respondió con la contundencia que la caracteriza, afirmando: ´La hipótesis de cerrar el Brennero va descaradamente contra las reglas europeas, además de contra la historia, la lógica y contra el futuro´. Porque esto no es solo una cuestión migratoria, sino sobre todo y por encima de todo económica. No resulta de extrañar que Confindustria, la patronal italiana, haya advertido que ´cerrar el Brennero supondría un daño enorme para la economía italiana´. Es más, en el fin de semana del 23-24 de abril se registraron ya los primeros incidentes en la frontera entre manifestantes italianos y policía austriaca. Sin embargo, a pesar de las protesta de Italia, el gobierno austriaco se muestra claramente intencionado a seguir adelante con sus férreos controles contra la inmigración en el Brennero.
Renzi, por cierto, aprovechó la ocasión para recordar que la cuestión migratoria, ´como siempre muy complicada´, debía ser actualizada y, para ello, informó de que el número de inmigrantes que habían llegado a Italia en lo que iba de año era inferior al del mismo período de 2014 y prácticamente igual al de 2015. Pero Renzi sabe que no se puede llamar a engaño, porque el descenso del número de inmigrantes se debía a que las víctimas de la guerra en Siria habían preferido una vía más segura para alcanzar Europa, que era la existente a través de Turquía. Pero ahora, tras el cierre de la ruta balcánica, la sensación que hay en Sicilia es que el nuevo éxodo está a punto de llegar. A la vez, la llegada a Italia de inmigrantes africanos vuelve a subir, porque los sirios están intentando reabrir la ruta que los traía a Europa a través de Libia y el canal de Sicilia. Una ruta mucho menos recomendable, ya que en ella interviene mucho más la voracidad de los traficantes y el número de naufragios en el Mediterráneo. En todo caso, por el momento los inmigrantes que siguen llegando a Sicilia proceden en su gran mayoría del área subsahariana y del cuerno de África. Veremos qué sucede en estos meses.