Incendio por el Corán

La quema del Corán ratifica ese esquema ideológico fabricado por el islamismo para el que todos los occidentales son gente impía que odia la fe del profeta. El Vaticano ha sido rotundo y rápido en su crítica a la invitación a quemar el libro sagrado del islam. Es una falta de respeto, se trata de un acto que genera más violencia y más odio, ha asegurado la Santa Sede.
Los atentados del 11-S marcan un antes y un después en la historia reciente de nuestra civilización, acaban con el optimismo infantil que nos hizo pensar, tras la caída del Muro de Berlín, que la historia, con sus problemas, con sus dramas, se había acabado, que el mercado lo iba a solucionar todo. El terrorismo nos hizo y nos hace descubrir que la paz nunca está definitivamente conquistada, que el mundo en el que creemos requiere sacrificios, que existe una verdad por la que entregarse y por la que luchar.
Pero el islam no es sinónimo de terrorismo. Hay un islam del pueblo, un islam que expresa, con más o menos limitaciones, el sentido religioso de millones de personas. Una expresión religiosa auténtica siempre es incompatible con la violencia. Por eso el islam del pueblo es un aliado en la lucha contra el terrorismo.