`Hay que buscar una solución política para Cataluña`
Para comprender lo que está sucediendo en Cataluña, es muy recomendable el libro “Cataluña y las demás Españas”, de Santiago Muñoz Machado. Es catedrático de Derecho Administrativo, profesor de universidad, premio de Ensayo y académico. Muñoz Machado sostiene que no hay derecho a la independencia pero que se debe buscar una solución política.
Ha sostenido que todo el argumento utilizado por el Consejo Asesor para la Transición Nacional en Cataluña no tiene fundamento jurídico, el argumento de la autodeterminación como un derecho inalienable de una comunidad nacional. ¿Por qué no se puede aplicar a Cataluña?
Porque no existe, así de sencillo. No existe ni en la Constitución ni en ninguna norma o tratado internacional, ni tampoco en el derecho comunitario europeo. La autodeterminación es un deseo que algunas veces recorre las cabezas de los nacionalistas de algunas comunidades intraestatales pero que no está recogido en ninguna norma que se pueda invocar. El derecho a la autodeterminación procede de cuando los grandes imperios centroeuropeos llegaron, las naciones internas que había allí, pues había realmente naciones agrupadas en los imperios, y utilizaron esa palabra simplemente para adoptar la decisión de constituir estados nuevos. También en las épocas coloniales, cuando se han descolonizado territorios el término autodeterminación ha servido para formar las nuevas constituciones de esos estados. Pero en los estados democráticos constituidos y consolidados no existe el derecho a la autodeterminación, ni basado en ninguna norma internacional ni en ninguna norma interna.
Usted ha dicho que no hay remedios unilaterales, medidas de fuerza que pueda utilizar el estado, sino que la solución final tiene que ser de naturaleza política. ¿Qué acomodo final es posible?
Estamos en una situación en que tanto la historia como el derecho están muy tergiversados. Se han utilizado; para construir naciones y estados siempre es preciso manipular un poco la historia y desde luego manipular, del todo en este caso, el derecho. Desde Cataluña se está contando a los ciudadanos de allí una historia particular de Cataluña que es en su mayor parte incierta e inexacta, porque está basada en manipulaciones documentales y tergiversaciones de lo que tienen contado los historiadores serios. Hace unos días estuve en Barcelona, deliberando en un acto con otros intelectuales sobre estas cuestiones, y decían los historiadores que realmente la historia de allí en los últimos años no la han hecho historiadores sino aficionados. Yo les corregí para decirles que sí la han hecho historiadores, en algunos casos muy solventes, pero son historiadores de cámara, cronistas, que dicen lo que los señores del territorio quieren oír. Lo mismo ha pasado con los juristas. Hemos llegado a una situación en que no es posible redimir ni cambiar el criterio que tienen ellos sobre estas cosas, porque son verdades o dogmas que el nacionalismo tiene que creer, y quien quiera estar próximo al poder igualmente tiene que creerlo. De ahí no hay quien los cambie. Ya no se pueden cambiar los argumentos porque están muy consolidados, por más que sean falsos. Por eso, en este momento lo que hay que buscar son soluciones políticas, porque el camino que ellos han adoptado es un camino de imposible realización. No se han separado territorios intraestatales de un estado democrático consolidado más que por el consentimiento del estado matriz o por la fuerza, y aquí no hay ni una cosa ni la otra.
Algunos hablan de una fórmula federal, ¿a usted qué le parece?
En primer lugar diré que la solución estatal peculiar española la inventaron los catalanes. Este modelo fue un invento catalán, no sé por qué ahora no les gusta. Realmente, mi pronóstico es que volveremos a este modelo, porque es el único que puede satisfacer las aspiraciones del nacionalismo catalán. Digo que lo inventaron los catalanes porque es obra de un estatuto, palabra que designa una norma que regula la organización particular de un territorio, sus normas y sus posiciones privilegiadas o distintivas en relación con los demás. Un estatuto es algo parecido a los fueros antiguos, los fueros medievales. Esto es distinto de lo que hay en los estados federales, donde cada estado miembro, federado, tiene su propia Constitución, que es igual más o menos en todos los casos, sin perjuicio de las llamadas asimetrías. Pues bien, esto del estatuto es algo que inventaron los catalanes en 1931, incluso antes de que se aprobara la Constitución republicana, ya habían aprobado ellos un estatuto para autodeterminarse.
¿Qué pienso del federalismo? Yo creo que la clase política española tiene que ponerse de acuerdo en el sentido de las palabras que usan. Lo de federalismo echa para atrás a mucha gente porque parece la antesala de la segregación de territorios españoles, de la fragmentación del país. Y parece que no se usa el federalismo en el sentido de que tenga que haber ahora un pacto nacido del acuerdo entre las naciones para crear ellos un estado nuevo de carácter confederal, eso no parece que lo use como solución nadie sensato, ni en la política ni en la doctrina. De lo que están hablando es de que hay en los estados federales algunas soluciones de carácter organizativo y técnico que podrían ser útiles para resolver algunos de nuestros problemas. Si es eso lo que significa la opción federal, lo mejor es explicarlo, porque algunos no lo entienden.