Gaza: ¿otra guerra como la del Líbano?
Quizás sea conveniente recordarlo en este momento en que el Gobierno de Israel vuelve a recurrir a los bombardeos para combatir a una organización terrorista que ya no es Hizbolá sino Hamas. Hamas es una organización terrorista que ha convertido la religión en ideología. Las dificilísimas condiciones de vida de Gaza y la incapacidad de la Autoridad Nacional Palestina para gobernar adecuadamente los territorios, junto al bloqueo israelí, han fomentado la implantación capilar del odio.
El 35% de los habitantes de Gaza vive con menos de dos dólares al día; el desempleo es de alrededor del 50%; y el 80% de los habitantes recibe alguna clase de ayuda humanitaria. Hamas, como toda organización revolucionaria, crece con el conflicto. Cuanto mejor, peor. La respuesta de Israel en este caso no ha sido proporcionada y parece poco eficaz. Los bombardeos han buscado claramente provocar un alto número de víctimas, que ya se cuentan por centenares.
Es fácil pronosticar que Hamas, que ha sacrificado a la población palestina, para lograr sus fines, utilizará lo que sucede para provocar un incendio en todo Oriente Próximo. Este domingo en el Ángelus el Papa ha hecho un llamamiento a favor de la paz en Tierra Santa que no es un simple deseo sino un juicio histórico. Benedicto XVI condenaba la violencia en todas sus manifestaciones, reclamaba la vuelta a la tregua y pedía que se privilegiara la vía del diálogo y de la negociación.